Lo que aquí vemos podría resultar una pálida alegoría del mar de imágenes en que nos hundimos cada día más. Hace ya unos años propuse en un foro internacional que debiera institurse un nuevo orden para las imágenes, una especie de nueva normatividad que nos permitiera navegar por estas aguas de manera más segura, sin necesidad de discutir cada vez que alguien aparece y se autonombra el nuevo redentor de las imágenes ¿contemporáneas?, ¿actuales?, ¿inmediatas?, ¿las últimas, las de hace un momento? Y es que el problema consiste en cómo discernir de entre todo este material, ¿amcuál atender, cuál vale la pena, cuál ni siquiera hay que mirar? Mientras no tengamos ese nuevo orden, que en el mundo Moderno lo instituía y defendía el Arte, posiblemente lo mejor sea seguir el ejemplo del chico que aquí vemos, sentémonos lo más comodamente posible y empezemos a ver imágenes, que la cosa va para largo.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
martes, 29 de noviembre de 2011
Diálogo sobre la fotografía
Quisiera aprovechar la invitación al diálogo que hiciera Marco Granados (aunque quizás no todos la entendimos de la misma manera) para externar algunas observaciones sobre la exposición PFC’11 inaugurada el pasado día 22 en el Centro de las Artes I. Mi intención no pretende más que hacer públicas estas anotaciones en el entendido de que hay un “otro” también dispuesto a conversar sobre este tema, sin importar si hay consensos o disensos en lo que se diga y asiente.
PFC’11, quiere decir Programa de Fotografía Contemporánea 2011 y se refiere, la exposición sobre la que hablamos, a la presentación de algunos de los resultados alcanzados por quienes participaron, por un periodo de 7 meses, en el Taller de Fotografía Contemporánea impulsado por el CONARTE.
Esta muestra junto con Progresión, otra exhibición inaugurada en la misma fecha y lugar, se dio en el marco del 9no. Encuentro de Fotografía dedicado a la educación de la fotografía en México, tema sobre el cual también me hubiera gustado hacer un par de comentarios, mas como no puede acudir a sus sesiones, no tengo razón alguna para hablar de lo que pudo haberse dado y discutido ahí.
Semejante impedimento tengo para comentar sobre las imágenes que se presentan en PFC ’11 pues no conozco todos los elementos que hicieron, por decir algo, que no todos los participantes tuvieran igual número de piezas, o que de plano no exhibieran su trabajo los del colectivo Estética Unisex (Lorena Estrada y Futuro Moncada), por tal motivo y tomando únicamente como origen de mis impresiones la información que se ofrece al público y la muestra como un todo, me limitaré a comentar sobre el propósito del programa en general.
Según reza en la cédula de sala con que se recibe a los visitantes, con esta clase de acciones se pretende “profesionalizar las prácticas fotográficas”. Sin ánimo de ofender a nadie yo pregunto ¿profesionalizarlas para qué?, es más ¿qué debemos entender por profesionalizar? Desde mi perspectiva profesionalizar sería llevar a alguien del terreno del aprendizaje al del ejercicio pleno de una profesión, o sea, a la ejecución de un oficio o conocimientos para vivir de ella (de la ejecución), ¿cuántos de estos 16 participantes se encuentran en esta situación?, ¿habrá sido suficiente con 7 meses de trabajo? (Sé, porque así se dice, que quienes participaron fueron seleccionados por medio de sus portafolios, luego entonces supongo que debieron haber tomado en consideración estos aspectos). Más adelante se apunta que el programa buscó que los participantes obtuvieran los medios, las herramientas necesarias para desarrollar un proyecto artístico con una base discursiva, luego entonces no se trata de profesionalizar la práctica de la fotografía, sino más bien, la de un sólo tipo, la que surge o es producto de un proyecto artístico (si eso es algo que exista exclusivamente), y dentro de estos, de los proyectos artísticos, ¿por qué han de tener una base discursiva, cuándo es la irracionalidad la clave de nuestro tiempo?
Curiosamente, cuando uno ve los resultados, por ejemplo, de un concurso, no puede dejar de pensar que lo que se selecciona y premia es precisamente lo que rompe con los moldes ya establecidos, por eso es que me pregunto si es que se puede enseñar fotografía para después hacer ver que todo lo aprendido hay que desaprenderlo para volver a producir imágenes iguales a las que se hacían antes de entrar a cualquier proceso o programa.
Hace unos meses al comentar sobre una exposición que decía ofrecer las nuevas alternativas de la pintura, me surgió la duda de en qué consistía esa novedad pues todos los participantes seguían haciendo uso de la pintura igual que se viene haciendo desde que nos bajamos del árbol. Recorriendo PFC’11, me hago la misma pregunta, ¿en qué aspecto o detalle debería fijarme para encontrar la diferencia entre esta exposición y un Salón de la Fotografía?
Publicado originalmente por Milenio Diario.
lunes, 28 de noviembre de 2011
La pintura icónoca VI
Calabazas. 1946
No podría decir que estas extraordinarias y sensuales calabazas de David Alfaro Siqueiros son parte de la pintura icónica o representantes de ella, puesto que en esta pintura primero fue la intención y el símbolo preconcebido y después la apariencia, es decir se ha procedido al revés de como hemos visto se ha hecho en los ejemplos anteriores. Pero por eso es que hemos decidido presentarla al final de la serie, porque toda la otra pintura, la no-icónica, depende de ella, es decir la pintura en general, se acerque o no a lo icónico, depende de los caminos que abra, que explore lo icónico a fin de significar al mundo sensible y material en que nos desempeñamos. De esta manera, la pintura, cualquiera que sea su modalidad, sirve para la investigación y comprensión del mundo, no obstante, su origen se encuentra en el deseo de representación icónica por eso es que a pesar de los pesares aún lo encontramos con una vigencia que sorprende, vigencia que según parece no irá a menguar, puesto que de eso se trata el arte.
domingo, 27 de noviembre de 2011
La pintura icónica V
Selva. 1986
Esta modalidad de la pintura naturalista, la icónica, es la que posiblemente nos vuelva hacer pensar en la pintura como un medio de conocimiento y por lo tanto salvar así una práctica que cada vez se ve más arrinconada por el mercado que lo mismo demanda novedad que todo lo que pueda ser dispuesto para el arreglo de interiores o decoración, lo cual no es malo por supuesto pero sí limitante para un medio de tanta tradción. Pintores como Armando Morales y los otros que henos presentado en estas entregas hacen de su oficio el instrumento por medio del cual exploran todo aquello que nuestro sentido de la vista capta tanto más allá de nuestro cuerpo como a su interior (los sueños, las sensaciones, etc.),ofreciéndonos "interpretaciones", "traducciones", "versiones" icónicas de aquello que todos los demás hemos visto, sentido o imaginado. Nada más revelador del estado natural del hombre que las selvas de Morales, todas ellas nos ofrecen la posibilidad de volver a ver el mundo como Adán debió verlo la primera vez que abrió los ojos.
sábado, 26 de noviembre de 2011
La pintura icónica IV
Sin título. 2010
La pintura icónica tiene dos variantes. La primera de ellas es de la que hemos venido hablando y presentando ejemplos, su práctica requiere de una gran concentración y habilidad, pues hay que seleccionar perfectamente las apariencias que se requieren para representar un aspecto o un fragmento de lo que es percibido visualmente a fin de emplearlo para significar al mundo o lo que es el mundo del productor. La otra variante es la que aquí ejemplificamos con la obra de Ana Mercedes Hoyos que se basa no en la reproducción del detalle sino en la impresión general, en algo que en psicología de la percepción se llama la Gestalt, o sea la imagen que se forma inmediatamente como un todo antes que reparemos en sus detalles. La reproducción pictórica de este tipo de imagen -que no es posible lograr con la fotografía por ejemplo- es igual de complicada o quizás un poco más toda vez que su referente no existe físicamente sino que se trata de una imagen mental, fisiológica si el término es correcto. El resultado es el mismo, lo importante es hablar de la capacidad de la pintura para enseñarnos a comprender el mundo en que vivimos.
viernes, 25 de noviembre de 2011
La pintura icónica III
Venus. 1979
Dentro de esta presentación de pinturas que yo denomino icónicas, no podía faltar mi viejo amigo, el recientemente fallecido Claudio Bravo. Sirva esta tentadora imagen para extender un poco más la reflexión que he venido haciendo acerca de esta modalidad de la pintura naturalista. Se me antoja pensar que también podría ser llamada pintura retórica puesto que echa mano de todos los recursos que tiene a su alcance para hablar, insisto, no del referente que usa como tema, sino de la pintura misma, de su capacidad para convertirse en representación, en símbolo, en un significado aparte. Lo inquietante de esta imagen o de cualquiera de las que he presentado hasta ahora en esta serie, no es la modelo, ni siquiera el que pudiera parecer una imagen fotográfica, todo lo contratrio, lo atractivo está en que se trata de una pintura, una pintura capaz de signifcar todo lo demás y lo que usted quiera ver ahí.
jueves, 24 de noviembre de 2011
La pintura icónica II
Tulipanes. 1995
Para Gerhard Richter la pintura se ha convertido en un medio a través del cual reflexiona sobre las artes visuales. Así como hubo un momento en que la fotografía trató de parecerse a la pintura, Richter hace que su pintura se parezca a la fotografía, pero no a cualquiera, sino a aquella que presenta, en su apariencia, algún tipo de aberración que provoca su cuestionamiento. En especial pinta, reproduce en pintura, fotografías impresas en periódicos o revistas de gran tiraje buscando reproducir su imperfecta apariencia (moare, fuera de foco, saturación del color, registro imperfecto, etc). De esta manera cuestiona tres sistemas simultáneamente, el de la pintura, el de la fotografía y el de su reproducción, por no hablar de la trampa que le tiende a la mirada misma, pues nunca, como de hecho sucede, estamos seguro de qué es lo que estamos viendo.
(Imagen://pintura.aut.org)
miércoles, 23 de noviembre de 2011
La pintura icónica I
Esta semana estaré presentando imágenes de pinturas icónicas, empezando con este sensacional díptico de Chuk Close. Pareciera que sale sobrando decir que la pintura es icónica, o sea, que se parece o es semejante físicamente a su referente, no obstante y dados los muchos caminos por los que puede transitar la pintura -y más hoy en día-, lo iconónico se convierte en una más de sus modalidades. Ojo, no se trata del llamado Hiper-realismo o Realismo Fotográfico que intenta semejarse no al referente sino a una imagen fotográfica, la imagen mimética, por el contrario, conserva toda la autonomía y prerrogativas de las que siempre ha gozado la pintura pero busca en el ícono su arista simbólica antes que su simple parecido, se trata de llegar o construir el símbolo a través del ícono.
martes, 22 de noviembre de 2011
Una muestra
En esta ocasión dividiré en tres partes mi comentario. Hablaré sobre el recién inaugurado Salón de Noviembre de Arte, A.C. (nov.16); sobre qué es lo que hace que una obra como la de Baldomero Hernández obtenga en este evento el Premio Liverpool 2011; y, finalmente, sobre el mismo Salón que es, con mucho, el más antiguo de la ciudad. Antes de iniciar aclaro que estos comentarios resultan de conversaciones que sostuve a raíz de la inauguración de la exposición, son, por tanto, una especie de resumen de lo ya dicho.
Si no me equivoco la primera denominación que tuvo este salón fue la de Salón Monterrey y desde mediados de los años 50, Arte, A.C. lo ha mantenido a diferencia de otras muestras que ha ido modificando. Sostener un evento por tanto tiempo me parece loable y habla de que la institución reconoce su papel como decano de las galerías en la ciudad. Si bien es cierto que el nuevo esquema que han seguido para invitar a productores a participar en sus exhibiciones les ha funcionado relativamente bien, igual es cierto que por la importancia de este salón se podrían implementar otras estrategias, pues no es posible que entre 8 pintores esté representado el quehacer de esta disciplina en la ciudad.
A diferencia de otros comentarios, en lo personal la exhibición no me parece ni mejor ni peor que muchas otras, es más, me inclino a su favor, pues la entiendo como una propuesta, y por tanto una lectura, de una muestra de un cierto tipo de pintura que se práctica en Monterrey, una práctica, por lo que se ve, bien cultivada y sin ánimos de ser abandonada o cuestionada.
Una buena parte de las posibilidades de desarrollo que tiene la pintura icónica o mimética, está representada por estos trabajos y como se ve se presta a múltiples giros, de lo simbólico a lo paródico, de lo naturalista a lo pictórico, de lo representacional a lo deconstruido, todo ejecutado con capacidad y talento variable, lo cual es exactamente lo esperado en cualquier muestra colectiva.
Sin embargo y pesar de sus posibilidades, no deja de sorprender la vigencia de este tipo de pintura, no sé si deba a su estrecha relación con la imagen fotográfica o si es porque cumple con las expectativas del público en general. Es decir, la práctica continuada de este tipo de pintura se debe más a que satisface las necesidades de iconicidad que tenemos que a una real exploración de lo que puede y no puede lograrse con este medio, con la pintura.
¿Cómo se puede contestar correcta, objetiva y justamente, a la pregunta de por qué ganó el Salón de Noviembre la pieza de Baldomero Hernández, Tronco. De la serie Lección de anatomía. 2011?, si digo que es la mejor ejecutada ¿satisfago la curiosidad de quien me pregunta; hago justicia a la pintura de Baldomero; no traiciono el juicio del jurado? No creo que quien me pregunte por qué ganó quede contento con esta respuesta; por supuesto no hago justicia a la obra del pintor que si bien tuvo presente el valor de la ejecución no era su perfección la que estaba persiguiendo cuando decidió pintar estos troncos; y espero que el juicio del jurado haya tomado en cuenta muchos otros aspectos más importantes para premiar la obra Hernández antes que su ejecución.
Esta situación lo único que me confirma es que el Arte, así con mayúscula, es mucho más complejo que su sola apariencia o imagen. Como vemos, el hecho de poseer una ejecución perfecta no es suficiente para explicar por qué gana o no una pieza. Una pintura, una escultura, un grabado, un dibujo, debe ser algo más, durante años ese algo más fue su contenido narrativo; hasta hace poco su aspecto formal, en la actualidad, quizás, su capacidad de simbolizar. Como sea, si le espera larga vida a la pintura en general, a este tipo de representación con mayor razón pues por incomprensible que sea el puro valor de su ejecución siempre será suficiente sobre cualquier otra posibilidad.
Publicado originalmente por Milenio Diario
Ver también: www.artes201'.wordpress.com
lunes, 21 de noviembre de 2011
Bestiario (6)
Ningún bestiario podría quedar completo sin una sirena. Al igual que las Cámaras de Maravillas del Barroco solían ostentar momias o esqueletos de basiliscos y sirenas, así estas entregas no pueden tener un mejor fin que cerrar con la imagen de las sirenas. Seres fantásticos definidos desde la antigüedad llegan al mundo contemporáneo ya sea como simpáticas y bondadosas hijas de Neptuno, ya como atractivas y seductoras mujeres que ansían tener amoríos con los humanos. En ese sentido aún no nos ponemos de acuerdo en cuál debe ser la mejor imagen para las reinas de cualquier bestiario, o son engendros del infierno, amenazas contra los marinos, o hermosas mujeres que gracias al amor podrían recuperar su forma humana. Como sea, las sirenas seguirán siendo material de leyendas, símbolos de la fertilidad, historias para encender la curiosidad de niños y adultos.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Bestiario (5)
Disculparán ustedes que abuse del tamaño de esta imagen de una pintura de Rufino Tamayo dedicada a las vacas, y es que quiero verla así, no sólo porque es de mis favoritas -de Tamayo y de animales- sino porque creo se aprecia en ella uno de los rasgos más característicos de la obra del maestro aoxaqueño y que sin embargo casi nunca se menciona. Las imágenes que he presentando en este mí muy particular bestiario, son todas ellas serias (aún la de Coolidge) o abordan el tema de los animales de una manera totalmente adusta, pero hay que imaginar a Tamayo destacando como lo característico de una vaca, no sus cuernos o las ubres, sino el movimiento de la cola para espantar las moscas ¿qué estamos viendo entonces, la representación de una vaca que indolente voltea a vernos, el movimiento constante e inconsciente de su cola, o, mejor, aún, a las moscas que no dejan de molestar al pobre animal? Este rasgo de fino humor es el que me parece mejor califica una buena parte de la obra de Tamayo y por el cual hay que apreciar y valorar su trabajo; en un mundo tan gris y triste como este, celebremos que haya alguien que aún ve el lado amable de la vida.
sábado, 19 de noviembre de 2011
Bestiario (4)
Los primeros aimales. 1913
En este brevísimo recorrido por la producción simbólica de imágenes de animales no podría faltar Franz Marc, este malogrado pintor, líder del expresionismo alemán y fundador del influyente movimiento del Blaue Reiter, víctima, como tantos otros, del horror de la Primera Guerra Mundial. Independientemente de otros valores que sin duda posee su obra, nos interesa ahora señalar únicamente, esa pasión que siempre sintió por los animales; no es un interés científico el que lo anima, como tampoco su excentricidad o empleo para hacer crítica, más bien el vio en la imagen de los animales (preferentemente caballos y venados) el símbolo perfecto para hablar de la naturaleza, o mejor dicho, para hablar de la nobleza, inocencia y pureza de todo lo natural. Un naturista anticipado sin lugar a dudas, un defensor temprano de los animales .
viernes, 18 de noviembre de 2011
Bestiario (3)
Cuatro ases. 1903
El recurrir a la imagen de animales no sólo tiene finalidades, digamos artísticas o para satisfacer la curiosidad científica, sino también críticas como sería el caso de las famosas ilustraciones del nortamericano C.M. Coolidge, en las que aparecen perros jugando poker. Aunque él relata que su primera intención no fue la crítica sí resultó ser la reactivación de acierto que ya desde el siglo XVIII, por lo menos, se venía empleando para evadir la censura y mantener la crítica política. Y anque en todas las ilustraciones de Coolidge los nobles canes parecen jugar placidamente a las cartas, no puede dejar de verse en ellas un cierto comentario irónico sobre la burgesía norteamericana que empezaba a crecer con el siglo XX.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Bestiario (2)
No debe sorprender que productores de todos los tiempos hayan dedicado parte de su tiempo y obra al tema de los animales, ya fuera que estuvieran interesados en su anatomía, su porte, extrañeza o exoticidad, como sería el caso de estos tigres pintados al mediar el siglo XIX por Eugenio Delacroix, a quien le debieron parecer el símbolo perfecto del lejano y misterioso medio oriente que por entonces seducía la imaginación y libido de los europeos.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Bestiario (1)
A reserva de ampliar el comentario, esta semana la dedicaré a entregar imágenes de animales que han formado o no los famosos Bestiarios. Un ejemplo de pieza individual sería esta Morsa de Alberto Durero dibujada a la acuarela en 1523; a pesar del interés que el alemán tuvo en los animales (rinoceronte, ballena, liebre, etc.) fue más por su curiosidad renacentista que por un deseo por conformar un Bestiario tal y como se venía haciendo desde la antigüedad. Así pues iremos pasando de uno a otro ejemplo con un interés semejante al de Durero, pero atendiendo más que a lo representado a su representación.
martes, 15 de noviembre de 2011
El bestiario de Claudio Bravo
Hace poco escribía sobre las ingratitudes de la memoria y la fugacidad de la fama y para ejemplificarlo me refería a la persona de Miroslav Tichy quien hará un par de años se convirtió en el rock star de la fotografía ocupando las páginas de las mejores revistas y diarios especializados; sin embargo y a pesar del interés que suscitó pocos fueron los que consignaron su muerte acontecida en abril de este año.
Sin ser el mismo caso, el deceso en junio del chileno Claudio Bravo (1936-2011), también pasó casi desapercibido, es por ello que la presentación en MARCO de seis litografías suyas resulta un breve pero significativo homenaje que sin duda merece un pintor que siempre fue apreciado en la ciudad. En lo personal me siento comprometido con cuanta vez se exhiba obra de Bravo en Monterrey, pues hace ya más de 20 años, la primer exhibición que tuvo aquí, en el desaparecido Museo de Monterrey, me motivó a incursionar por primera vez en el periodismo cultural, y así lo he venido haciendo hasta el 2007, cuando el MARCO presentó una excelente muestra retrospectiva de su obra.
De ese mismo año es la edición de la que proceden las litografías que ahora se muestran. Tal y como se explica, en esa ocasión el pintor regaló al MARCO su carpeta de animales de Marruecos, compuesta originalmente por 15 láminas en un tiraje de 51 conjuntos, siendo el número 4 el que aquí se tiene. Las litografías en blanco y negro fueron realizadas en el madrileño taller de Antonio Gayo en papel Velin Arches de 300 gramos y van numeradas y fechas por el propio Bravo. En el lobby del MARCO, desde la segunda semana de noviembre se pueden contemplar las estampas de un borrico, un caballo, una oveja, un novillo y un par de cráneos parciales.
El dibujo de animales es una tradición que se remonta a la Edad Media, en ese entonces se llevaba a cabo ya fuera para informar sobre la apariencia de animales fantástico, ya para la identificación y estudio anatómico de los conocidos. A partir de entonces el detenerse en esta clase de motivos se ha considerado una de las demostraciones más nobles de las destrezas del dibujo. Pensemos en los que Leonardo Da Vinci realizó sobre el caballo, en la liebre o el rinoceronte de Alberto Durero, o los animales fantásticos de Teodoro de Bry. Cuando estas ilustraciones forman un conjunto se les conoce como Bestiarios y de estos los hay variopintos, lo mismo de siglos anteriores que contemporáneos (por ejemplo Rodolfo Nieto o Francisco Toledo), imaginarios que naturalistas, que es el grupo al que pertenecen estos trabajos de Bravo.
Probablemente alguien podría pensar que seis litografías no merecen tanto espacio, no obstante debo decir que a quienes les interesa el dibujo y la obra gráfica, no deben ni pueden perderse la oportunidad de ver de cerca estas piezas. No sólo es sobresaliente el trabajo de la línea y sus valores tal y como los manejaba Claudio Bravo, sino que la impresión es impecable, salvo muy sutiles diferencias se podría establecer la distinción entre el original en la piedra y su reproducción en papel.
La realización de estas piezas es un ejemplo, además, de una de las virtudes del arte que por lo general pasamos por alto o no le atribuimos mayor valor. El dibujo de un humilde asno o la calavera de algún animal, motivos que en sí mismos pudieran carecer de interés, se convierten en objetos valiosos en cuanto son ejecutados por una razón superior al mismo tema, en otras palabras, cuando lo que importa es el dibujo en sí mismo, la representación y no lo representado. El virtuosismo y la precisión de estas litografías escapan también a la fotografía, pues no han sido dibujadas para retener la imagen del asno, sino para demostrar los alcances del dibujo.
Qué bueno que hubo la oportunidad de que MARCO presentara estas piezas, que las pueda ver un público mayoritario y que hayamos podido despedirnos de un amigo como se debe.
Publicado originalmente en Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com
lunes, 14 de noviembre de 2011
¿Qué herencia? VI
Con todo y pertenecer a una estética particular con la que no forzosamente se tiene que estar de acuerdo, las pinturas-cromo de Jesús Helguera bien sirven para representar lo que en esta última entrega de esta serie me interesa declarar. La mejor herencia que pude haber recibido es la de ser mexicano, o si se prefiera el haber nacido en este país, con su pasado y sus paisajes, su historia, ciudades y pueblos, pero sobretodo con su gente. No tenemos una herencia con más valor que los mismos mexicanos. No hay mucho más qué decir; sobre cómo somos han corrido ríos de tinta, sobre nuestros muchos y graves defectos, pero también sobre nuestras cualidades. Hoy más que nunca se necesita reafirmar que a pesar de los pesares, los mexicanos habremos de salir adelante.
domingo, 13 de noviembre de 2011
¿Qué herencia? V
Iglesia de Santa Prisca. Taxco, Guerreo
Si las modernas ciudades de México y las que se encuentran en ese proceso son un herencia inestimable para el presente y el futuro, no menos lo son las urbanizaciones del virreinato que se han conservado si no inalteradas sí con una apariencia bucólica que las hace ideales para el retiro, el descanso, la reflexión. Si bien es cierto que la mayoría de estos cascos se han convertido en pueblos para turistas (nacionales y extranjeros), también lo es que visitarlos, pernoctar en ellos, es un remanso para todos, una manera de mantener un buen recuerdo de cómo pudo ser la vida en otro momento y bajo otras circunstancias. La perspectiva del tiempo a la que nos enfrentan estos lugares nos acerca a entender mejor la herencia que hemos recibido y lo que debemos hacer con ella de cara al futuro mediato y remoto.
sábado, 12 de noviembre de 2011
¿Qué herencia IV?
Parte importante de la herencia que hemos recibido, al menos así lo considero, es el desarrollo de nuestras ciudades. Como muchas otras en cualquier lugar del mundo, son caóticas, erráticas e imposibles de controlar, cada una con su muy particular problemática, cada cual con sus soluciones igualmente singulares. Pero a pesar de ello y de sus gobernantes, las ciudades posee una dinámica que las hace únicas y conforme avance el siglo cada día irá quedando atrás la imagen de una provincia pobre, abandonada, lenta e ignorante. Las ciudades y más las de tamaño medio están llamadas, sin duda, a conformar en este país nuestra herencia para el futuro.
viernes, 11 de noviembre de 2011
¿Qué herencia? III
Diego Rivera. La llegada de los españoles (detalle).
Murales de Palacio Nacional. 1951
No es que me sienta heredero de la historia de mi país de origen, es que soy su heredero me guste o no. Claro, puedo abjurar de ella, criticarla, ir en su contra e incluso tratar de deformarla, de destruirla, pero mientras haya nacido y vivido en este país he recibido de una y mil maneras esa herencia, es más, lo que ahora pienso y escribo no puede ser entendido sin tomar en cuenta esa historia o si se prefiere es resultado de la misma. Soy fiel creyente de las lecciones de la historia y estoy convencido que quien no la conoce está condenado a repetir sus errores, y como se ve, nosotros hemos sido ciegos e ignorantes no sólo de lo que la historia nos ha heredado, sino de sus lecciones.
jueves, 10 de noviembre de 2011
¿Qué herencia? II
Nahum. Valle de los gigantes. Cañón del Cobre, Chihuahua.
Invaluable herencia, me imagino que para cualquiera lo mismo que para mi, es la geografía del país, estado, tierra en que nacimos, crecimos y vivimos y con suerte en la que moriremos. No se trata únicamente de la belleza de la naturaleza, del sobrecogedor espectáculo que nos regala, de lo inigualable de sus vistas, como tampoco de la variedad y riqueza de los recursos naturales con que se cuente (petróleo, metales preciosos, geotermia, etc.), es más bien una suerte de identificación, o mejor aún de familiaridad con la que ves a las plantas, los animales, las montañas, los ríos o lagunas, las playas y bosques, y aunque reconozcas la belleza y valor que puedan tener muchos otros lugares, tu geografía siempre será eso, la tierra que es tuya como fue de tus padres y lo será de tus hijos, y no se requiere de ningún título de propiedad para sentirla propia, se necesita sólo quererla y saber que de ahí vienes y ahi regresarás.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
¿Qué herencia? I
Propongo como ejercicio para esta semana que tratemos de definir qué cosas, como mexicanos (en mi caso), franceses, canadienses, sauditas o neozelandeses, son las que hemos recibido por el simple hecho de haber nacido en tales sitios, lo que no deja de ser un mero accidente. Se trata de que cada quien, de acuerdo a su propia experiencia, ponga en imágenes lo que de verdad sienta ha recibido y es suyo, y que además quiera compartirlo con otros(as), con propios y extraños.
A mi en lo particular, sin saber mucho de él, me parece que las culturas y en especial el arte de los grupos prehispánicos ha sido parte importante en la formación de mi gusto y el entendimiento de estos fenómenos, así como para comprender la dualidad Occidente-no-Occidente. ¿Cómo no sentirse maravillado ante una figurita como la que vemos aquí mejor conocida como la Tolita?,¿cómo no haber tratado de entender por qué alguien en tiempos tan remotos se tomó la molestia de modelar algo tan exquisito, tan expresivo, como lo que vemos? Esto es parte de lo que he recibido y parte también de lo que he hecho con esta herencia.
martes, 8 de noviembre de 2011
Visiones pobres de una rica herencia
La semana anterior apunté que era común que espacios que presumen tener galería y actividades relacionadas con ella, en realidad ocupan esas salas con otras actividades sin importar si han hecho pública la apertura de alguna exposición y tienen público interesado en conocerla.
Pero así como existen esos espacios, hay otros que, por fortuna, apuntan en dirección contraria y demuestran que se puede tener un espacio digno, respeto por los visitantes y quienes presentan sus trabajos, y un programa de actividades consistente, congruente y permanente, lo que es, sin duda alguna, mucho y muy bueno. Este es el caso de la Alianza Francesa, por lo menos en sus instalaciones de San Pedro, en donde acertadamente han encontrado el tipo de obra que mejor les va —fotografía, obra sobre papel— y que, por otra parte, requiere de promoción al no haber otros espacios que se especialicen en ella; así no sólo tienen una serie de exhibiciones que siempre resultan interesantes sino que cumplen con una labor cultural importante para la comunidad al dar a conocer obra y productores que por lo general no son difundidos.
Abro un brevísimo paréntesis. Me parece muy curioso que las principales representaciones diplomáticas teniendo presencia en la ciudad, ninguna de ellas tenga un programa de promoción cultural permanente (salvo el Centro Cultural Alemán que no depende de la embajada, como tampoco la Alianza Francesa), quizás se les haya olvidado que también las actividades culturales son parte valiosa de su labor, pero en fin, cada quien sabe su negocio y por qué hacen o dejan de hacer esto o aquello.
La exposición más reciente en la Alianza Francesa, es el resultado de su colaboración con la revista Cuartobscuro, la cual, a su vez, convocó en el 2010 a su Concurso de Fotografía, bajo el tema de la Herencia de la revolución, actividad inserta, como se supondrá, en los festejos del 100 aniversario del movimiento revolucionario en México. Así que esta muestra es una selección de las obras ganadoras y algunas otras que las acompañan, dando por resultado un total de 24 imágenes.
El tema sin duda, además del interés que por sí mismo pueda tener, merece un meditada reflexión y sobretodo una acertada traducción en imágenes, o mejor dicho, requiere, demanda, de ciertas imágenes que sean capaces de mostrar, de ilustrar, de ejemplificar o materializar, esa herencia que supuestamente debiera ser patrimonio de todos los que somos mexicanos, y lo primero que se debe hacer es tener muy claro cuál es esa herencia (si es que la hay o la hubo).
Lo que podemos ver en la muestra, y si nos limitamos a los tres premios que se otorgaron (Abel Gastón Saldaña; Ángel Froilán Flores, y Elideth Fernández Villegas. De Matamoros, Puebla y el Distrito Federal), es una visión muy estrecha de lo que pudiera ser la famosa herencia, la visión que quizás hasta más se hayan empeñado en difundir propios y extraños, es decir la de la revolución fracasada, traicionada, e inacabada, que sólo cambió unas cosas por otras: el campo más empobrecido, los campesinos convertidos en consumidores voraces de comida chatarra, los ex-combatientes o sus descendientes abandonados, la gesta convertida en una simple fecha festiva, etc.
Así las cosas, la exposición me invita a repasar varios rubros, por un lado, este tipo de concursos que bien sabemos no siempre participan en ellos los mejores o con más experiencia; por otro, las imágenes que se presentan, en espacial las que ganaron el primer lugar, el abuso del recurso tecnológico que termina por ofrecer imágenes artificiales sin ningún impacto. Y sobre el tema, la Herencia de la Revolución, lo poco que sobre él sabemos, la limitada idea que nos hemos creado del mismo, y todo por el abuso al que se le ha sometido; qué lástima que sólo veamos hasta ahí, pues de pensarlo bien, seguro nos daríamos cuenta de cuánto vale hoy día, la herencia recibida.
Publicado originalmente en Milenio Diario.
Ver también: http://www.artes2010.wordpress.com/
lunes, 7 de noviembre de 2011
De muerte y muertos VI
Andrés Serrano. De la serie La morgue. Desconocido. 1992
Ojalá pudiera decir que llegamos a la última de las entregas de esta serie, pero bien sabemos que eso es imposible y que mientras no nos acabemos este mundo el cilclo vital continuará repitiéndose puntualmente. Así que no hay mejor manera para postergar momentaneamente estos recordatorios, que teniendo presente a quien en realidad ha sido y es el personaje principal de todos ellos, la muerte en sí misma y la serie de temores, mitos, ilusiones y de plano mentiras que giran en torno a ella.
Igualmente sé que hubo muchos otros que en este tiempo se han ido y que por desgracia no han sido mencionados aquí, a todos ellos mis disculpas y mi recuerdo, que todos descansen en paz.
domingo, 6 de noviembre de 2011
De muerte y muertos V
Debo este recordatorio a Oscar Estrada quien apunta acertadamente que hace un par de años Miroslav Tichy (1926-2011) se convirtió en la estrella del mundo de la fotografía, más aún, en el mundo de las principales galerías y de los círculos comerciales más exclusivos; el transtornado vagabundo fue, de la noche a la mañana, la celebridad que todos comentaban y festejaban. Sin embargo, sigue diciendo Estrada, su muerte, ocurrida a princpios de este año, apenas si mereció algún obituario, uno que otro recordatorio perdido entre las lujosas páginas de las revistas en que se dio a conocer su obra, quizás una mención en alguna sección cultural de un periódico local. Qué desgracia que ni aún la muerte puede garantizar la inmortalidad del recuerdo de la persona, tan sólo lo material pervive, para muchos eso ya es suficiente.
sábado, 5 de noviembre de 2011
De muerte y muertos IV
Me parece que hay muy pocos productores que puedan compartir créditos con Efrén Ordoñez (1927-2011). No sólo fue un dotado por la habilidad técnica que exhibió en cuanto género y corriente sumó a su trayectoria, un productor que a pesar del aprecio del que siempre gozó, se mantuvo lejos y ajeno a la escena cultural y artística, sino que hizo suyo el tema religioso como pocos antes de él lo han interpretado. Creo que es ahí dónde más agusto se sentía y a dónde procuro hacer su mejor esfuerzo como lo demuestra esta Anunciación de 1985, en la que ubica la escena nada más ni nada menos que en un paraje que tiene en su horizonte al Cerro de la Silla, genial detalle que nos habla de su convicción y acierto al momento de tomar los pínceles. No cabe duda que el mundo religioso habrá de echar de menos a éste uno de sus mejores intérpretes contemporáneos.
viernes, 4 de noviembre de 2011
De muerte y muertos III
Los cubistas. 2007
En estos breves recordatorios cómo no tener presente a Raúl Oscar Martínez (1941-2011), finísima persona, excelente pintor y mejor amigo. El suyo siempre fue un trabajo honesto y callado, prefería que su obra hablara por él como suele decirse, pero la verdad es que si por él hubiera sido preferiría que los demás fueran los que hablaran de su obra y de lo que con ella lograba. Creo que no exagero si apunto que entre Raúl Oscar y Gerardo Cantú se encuentra la paleta contemporánea más europea de Monterrey. En efecto, hay algo en el manejo del empaste, la luz y la composición que denuncia que una buena parte de su escuela se encontró allende el Atlántico y que hasta allá fueron, como prometeos, para regresar con una obra que en mucho enaltece estas tierras.
jueves, 3 de noviembre de 2011
De muerte y muertos II
Recordamos el deceso de Lucien Freud (1922-2011), uno de los últimos grandes pintores del siglo XX que encarnó a la perfección la imagen esterotipada del artista burgués, que tiene que luchar hasta en contra de su propio genio para escapar de las ataduras con que la sociedad insiste en retenerlo. Si bien esta imagen en muchos productores se convirtió en pose, en el caso de Freud, parece fue cierta y qué mejor prueba que su propia obra; ningún espejo podría haber reflejado mejor la tortuosa personalidad de este gran pintor. Ojalá en la muerte haya encontrado la paz que no tuvo en vida.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
De muerte y muertos I
Las entregas de esta semana estarán dedicadas a recordar la persona y obra de los productores, nacionales o extranjeros, que recientemente se nos han adelantado. Empezamos con este Paisaje del recién desaparecido José Reyes Meza (1924-2011), quizás el último de la postrera ganeración de muralistas de la Escuela Mexicana de Pintura, que, en efecto, llegó a realizar murales murales como la tradición riveriana mandaba. Descanse en Paz.
(Imagen:www.artvalue.com)
martes, 1 de noviembre de 2011
Una de terror
Debo agradecer a Ruth Rodríguez el invitarme a las exposiciones de fotografía que ha empezado a organizar. Me da gusto ver que van apareciendo nuevos personajes en la escena de las actividades culturales en la ciudad para asumir funciones y roles que cada día irán siendo más importantes y necesarios. A pesar de ello, aunque creo que el trabajo de Rodríguez debe ser cuidadoso y puntual, por desgracia no puedo decir nada más sobre él.
Resulta que las muestras que ha curado se han exhibido en la galería Leopoldo Carpinteyro del Instituto México-Norteamericano de Relaciones Culturales, lo cual, en principio, me pareció más que adecuado, no porque esta salita este perfectamente adaptada para exponer obras, sino porque entre más espacios se dediquen a esta actividad más común se hará el convivir con trabajos simbólicos, lo cual siempre habrá de redundar en la formación de mejores personas y por tanto mejores ciudadanos.
Para que se cumpla este deseo se requiere de la participación de otro elemento que complete esta ecuación, es decir, que cada exposición tenga su público, se abra, se encuentre disponible para los espectadores, sin ellos de nada habrán servido los esfuerzos, las gestiones, los gastos hechos, pues este tipo de trabajos no se agota la noche de la inauguración ni en la foto de sociales o la crónica en las páginas de la sección cultural.
No es esta la primera vez que menciono y critico a los espacios públicos, oficiales o privados, que se ostentan como galerías o salas de exposición y, después del protocolo social, se olvidan de su responsabilidad para con quienes están exponiendo con ellos, pero sobretodo, con el público que los busca. En Monterrey, en México al menos, la mayor parte de la población interesada en las actividades culturales estudia o trabaja, es decir tiene un horario que debe cumplir, por lo que el tiempo que dispone para visitar, digamos, exposiciones es limitado o se reduce a unas cuantas opciones.
Pues bien, si no puedo hablar del más reciente trabajo de Ruth Rodríguez, la exposición Recuerdo|Tiempo|Olvido, de los fotógrafos Aristeo Jiménez y Rafael del Río, inaugurada el pasado miércoles 19 de octubre, se debe, precisamente, a que no estaba abierta al público, o mejor dicho, el sábado por la mañana que intenté visitarla, me topé con la desagradable sorpresa de que la sala Leopoldo Carpinteyro, esa en la que se montan las exposiciones destinadas al público en general y no sólo al que esté relacionado con la institución, se encontraba ocupada con una actividad propia del lugar. Un poco amistoso recepcionista te avisa, sin mirarte a la cara, que la clase no terminará sino hasta las 19:30 hrs. de ese día, y al volver a preguntar cuándo entonces se puede ver la exposición, molesto te contesta que hasta el lunes siguiente.
A lo anterior súmele usted el traslado, las dos o tres vueltas que hay que dar a la plaza de la iglesia de la Purísima para encontrar un espacio donde estacionarse, para luego salir y tener que enfrentarse con la corrupción desmedida y desinhibida de los agente de tránsito que emboscados esperan a que regresen los desprevenidos choferes para literalmente asaltarlos. Tiempo, dinero y esfuerzo desperdiciados, que mejor invertidos hubieran estado si es que la galería se encontrara abierta.
La historia anterior, que sí es de terror, no es exclusiva de estas fechas y sitio sino que ocurre en nuestra ciudad todos los días en todos lados, y no es más que una muestra de lo mucho que aún nos falta por recorrer a fin de contar con una vida cultural vigorosa, democrática, permanente. Tenemos productores que van madurando, espacios dispuestos a presentar exposiciones, audiciones, lecturas, etc., curadores independientes que tratan de hacer su mejor esfuerzo a pesar de los pesares, escuelas de arte y diseño, pero son estos detalles los que aún nos frenan e impiden se formen nuevos públicos.
Publicado originalmente en Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com
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