22 de diciembre de 1989, en presencia del canciller de
Alemania Occidental, Helmut Kohl y el de Alemania Oriental Hans Modrow, oficialmente
se vuelve abrir la Puerta de Brandenburgo en la ciudad de Berlín con lo que
termina la absurda división del país. Desde un mes antes, se había iniciado la
destrucción del llamado “Muro de la vergüenza”, o como preferían llamarlo del
otro lado, el “Muro de protección antifascista”; para el resto del mundo, “el
muro de Berlín”. Terminaba así una historia iniciada 28 años antes, en 1961,
como también se daba punto final a la llamada Guerra Fría caracterizada por los
constantes enfrentamientos entre los países aliados en el Tratado del Atlántico
Norte, OTAN, con los del Tratado de Varsovia.
Pertenezco a
una generación que creció en un mundo dividido por dos fuerzas en constante
lucha por la hegemonía mundial, de hecho e ideológica, y la mejor prueba de la
verdad que encerraba tal situación era la solidez del Muro de Berlín; no se
trataba de una cuestión meramente simbólica o de geopolítica, uno podía llegar
hasta sus píes y tocarlo, comprobar que era de verdad, tan sólido, frio e
inerte como la piedra con que fue construido, como las historias de terror que
lo cubrían desde su misma construcción. No sólo todos olvidamos la famosa frase
de Marx y Engels en el Manifiesto del
Partido Comunista, en que afirman que todo lo que en el pasado nos parecía
tan sólido ante el empuje de la historia termina por desvanecerse en el aire,
sino que la caída misma del muro significó para todos el inicio de una nueva
época, del siglo XXI si se gusta, para lo cual quizás no todos estábamos
igualmente preparados.
Comisionada
originalmente por el diario alemán Frankfurter
Allegmeine Zeitung, la fotógrafa Bárbara Kleem, a través del Instituto de
relaciones Culturales Exteriores de Stuttgart (IFA), presenta la extraordinaria
exposición Claroscuro en el Museo
Metropolitano de Monterrey, inaugurada el pasado 15 de mayo. Una crónica en 124
imágenes en blanco y negro que narran los aspectos más significativos de
aquellos días. Armada y puesta en circulación con motivo del vigésimo quinto
aniversario de la caída del Muro de Berlín, nos ofrece la oportunidad no sólo
de recordar o acercarnos a uno de los momento más importantes en la historia
contemporánea, sino también conocer otros aspectos del trabajo, los momentos de
ocio, de la industria, de las relaciones interpersonales, de la vida cotidiana
pues, a ambos lados del muro antes y después de este momento. Como importante
también es el darnos acceso al trabajo de esta fotógrafa que sin duda es digna
representante de la fotografía de su país.
Lo anterior es
tan cierto que no en vano, tal y como se ha promocionado la muestra, muchas de
las imágenes que ahí vemos se han convertido en los íconos más conocidos del
suceso histórico y sus representantes. Por las fotografías exhibidas desfilan
no solamente el canciller Kohl y su contraparte Modrow, sino también vemos al
ex dirigente Erich Honecker, al ya casi olvidado a pesar del importante papel
que jugó en todo este proceso, Mijaíl Gorbachov y su lamentable sucesor Boris
Yeltsin, pero principalmente la gente, los habitantes de la ciudad de Berlín
del este y del oeste, los miles de otros alemanes que se concentraban en torno
al Muro a protestar o calladamente a llorar a sus familiares caídos,
desaparecidos, injustamente separados.
La obra de
Kleem posee todos los atributos de la fotografía de su país, una cuidadosa
composición, una precisa nitidez, absoluta convicción en la objetividad y
capacidad testimonial de la fotografía, y un muy exclusivo manejo de la
iluminación. Digo exclusivo manejo de este recurso porque este parece ser un
elemento que nos permite identificar cierto tipo de fotografía como alemana (si
es que tal cosa es posible), y al decirlo me vienen a la mente imágenes de
Sander, pero también de Erich Salomon, Alfred
Eisenstaedt, o Stefan Moses, especialmente en sus fotografías de grupo en
interiores.
Ya fuera por
recordar lo sucedido, para conocerlo o para ver el trabajo de Bárbara Kleem, me
parece que esta es una de las exposiciones de fotografía más importantes en lo
que va del año.
Publicado originalmente en Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com