Hace más menos un año, un grupo de productores (dentro del
área de artes plásticas) se quejó públicamente de la llamada Reseña de la Plástica, pues únicamente
presentaba un total de once piezas, y por si la afrenta no fuera suficiente, lo
peor fue que ninguna de ellas era producto de la pintura, el grabado o la
escultura. Como tantas otras cosas, el caso se resolvió en los medios y a
través de las redes sociales, con la esperanza de que la siguiente edición del
evento –léase la de este año- no sólo corrigiera tales anomalías sino que en
verdad hiciera justicia a los que la merecen, o creen merecerla.
Mi confusión
empieza aquí, ¿cómo es que ahora nadie ha protestado ante una muestra como Maestros, nuevos maestros. Reseña en
transición, cuando esta sí es, desde mi punto de vista, un atropello que
nada tiene que ver con lo sucedido el año pasado?, ¿en verdad el grupo que se
quejó se siente satisfecho con esta exhibición?, ¿o seremos tan democráticos
que como así lo decidió la “asamblea general”, no vale la pena decir ya nada?
Porque según reza la larguísima cédula de presentación, esta exhibición se
lleva a cabo por mandato del Gremio, este decidió “… realizarla bajo la premisa de un análisis de lo sucedido en estos primeros 40 años.”, ¿En
serio?
En efecto, la
exhibición abierta al público en la Casa de la Cultura de Nuevo León el pasado
18 de julio, es un conjunto de obras que dista mucho de la coherencia u homogeneidad,
en ella están presentes lo mismo Gerardo Cantú que Oswaldo Ruiz, Jorge Elizondo
que Rubén Gutiérrez, Esther González que Roberto Ortiz G. La mayoría son piezas
que ya hemos visto una y otra vez, porque provienen de la Pinacoteca de Nuevo
León, así que ¿en serio ellos y estas piezas son lo más representativo de los
últimos 40 años?
Más confuso
resulta saber que “Con esta muestra de <<cierre>> de un ciclo, se
pretende abrir uno nuevo…” No lo recuerdo, pero hoy día se dice que desde hace
un año se hizo el anuncio de que dadas las manifestaciones habidas y en un
proceso de renovación, este año no habría Reseña
como venía llevándose a cabo, en tanto se daba con alguna alternativa. Luego
entonces, según entiendo, ¿esto –esta muestra- es todo lo que se consiguió en
un año de trabajo; esta muestra en efecto cierra el ciclo de las Reseñas?, ¿cómo para qué, para tirar un
año más de transición?
La muestra en
realidad tiene una lectura, la misma que se anuncia con su encabezado, se trata
pues de la reunión de los Maestros, con los Nuevos Maestros, pues “El hilo
conductor de esta Reseña (sic) es la enseñanza, la transmisión de
conocimientos, la comunión de conceptos…” Es pues, la educación no sólo lo que
da sentido a esta muestra sino también la apuesta de que es ella la que debe
ser el eje de futuros intentos por hacer esta clase de exhibiciones.
Vamos a ver.
Hablar de los Maestros a estas alturas del siglo XXI, con el sentido que se le da
al término en la referida cédula, es un anacronismo, como lo es insistir en eso
de los gremios –una de las instituciones más antidemocráticas que han existido
y que corresponde al mundo medieval-, en este sentido también se equivoca el
CONARTE al decir que no necesita cambios cuando lo que le urge es renovarse por
completo. Maestros y aprendices, acólitos, talleres contra escuelas, autodidactas,
amateurs, profesionales, licenciados universitarios, improvisados, garbanzos de
a libra, genios, incomprendidos o aplaudidos, comerciantes y más allá. ¿no toda
esta chachara nominalista y romántica para lo único que sirve es para confundir
el ambiente y hace más complicado cualquier proceso de selección y exhibición?
Soy el primero
en reconocer al valor e importancia de la educación en este como en cualquier
otro campo, pero me cuesta mucho trabajo, me resulta confuso pensar en ella en
el contexto de la Reseña o lo que sea
que le siga, y más a la luz de esta exhibición, no por lo expuesto o sus
autores, sino por lo que se pretende que sea y represente.
¿Cómo debe ser
una muestra como lo fue la Reseña de la
Plástica? No lo sé, debe haber, por supuesto, un diálogo abierto que aporte
ideas y soluciones, que apunte al futuro y no a la comodidad del pasado o la
insatisfacción presente, pero sobretodo que se conciba, organice y realice
pensando en la comunidad.
Publicado originalmente en Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com