Conforme nos alejamos del
siglo XX surgen nuevos estudios e interpretaciones que nos permiten ver, bajo
otra luz, hechos, procesos y hasta personajes que anteriormente tenían otras
consideraciones. Tal es el caso, me parece, del período entre guerras
(1920-1940), que en mucho puede ser el responsable no sólo de definir lo que
sería la Modernidad en ese siglo, sino también y como consecuencia, de fincar
lo que es el mundo de hoy tal y como lo conocemos.
Si a nivel mundial difícilmente se le podría
escamotear importancia a estos 20 años, en México sucede igual. Estos años en
los que alrededor del mundo no hay distinción entre vida política, vida pública
y vida cultural, en nuestro país toman vida a través del período
postrevolucionario que concluirá al cambiar la apuesta a favor de un país
industrializado y un gobierno asociado a los empresarios. Culturalmente son los
años de ascenso del nacionalismo en todas las manifestaciones artísticas,
literatura, artes visuales, música, arquitectura, gracias a una política
estatal que al tiempo que se favorece con la obra de los productores los
alcanza a beneficiar con múltiples encargos. El modelo es tan exitoso que
rápidamente llama la atención a nivel mundial, acercando a muchos para
conocerlo en detalle y empaparse de su espíritu.
Toda esta introducción puede servir como telón
de fondo a la exposición Fascinación
que se presenta en el MARCO. Inaugurada el pasado día 22 de agosto, está
formada por unas 70 imágenes fotográficas de Edward Weston (1886-1958) y Tina
Modotti (1896-1942), seleccionadas de entre las más de mil que produjeron
mientras se encontraron juntos en México, es decir, de 1923 a 1926, agrupadas
bajo subtítulos tales como “Retratos”, “Objetos”, “Manos y cuerpo”, etc.
Es innegable la estrecha relación que hubo entre
Weston y la Modotti, que incluso había iniciado un par de años antes en los
Estados Unidos, como también el que en México hayan trabajando juntos en un
forzado estudio fotográfico con el que se ganaban el pan de todos los días, o
que se relacionaron íntimamente con los círculos culturales más prestigiosos
del momento (quizás mucho más la Modotti), pero de ahí a que haya una mutua
influencia o una transformación de su trabajo por encontrarse en México, es
difícil de apreciar, por lo menos en esta muestra. No olvidemos que para estas
fechas Weston ya había hablando en Nueva York con Alfred Stieglitz acerca de romper
con el pictorialismo (lo mismo que hará unos años más adelante Paul Strand
quien también viaja por nuestro país), y que en México empezaba a consolidarse
una robusta cultura fotográfica representada por los hermanos Casasola, Manuel
Ramos, o María Santibáñez, reforzados por la presencia de productores extranjeros
como Hugo Brehme, Franz Meyer, o Walter H. Horne, por mencionar unos cuantos
He intitulado Fascinante estas líneas porque así me lo parece la época y lo que
sucedía en nuestro país, pero más allá de lo estrictamente personal entre
Modotti y Weston, no entiendo porqué llamar Fascinación
a la muestra, a no ser que se refiera al efecto que pueden causar las imágenes
de estos fotógrafos en nosotros.
La exposición, por otra parte, me confronta con
un tema que en otras ocasiones he tocado aquí mismo: ¿la función del museo es
simplemente mostrar o debe ir más allá y tratar, no de educar tal vez, pero sí
de instruir? Y si esto último fuera parte de la misión de los museos,
exhibiciones como esta se prestan como anillo al dedo. Por ejemplo, si nos
fijamos bien hay diferentes tipos de impresión de las fotografías, desde las
llamadas “vintage”, hasta las “digitales”, así que bien se podría explicar en
qué consiste cada una de ellas, cómo afectan al negativo original (si lo hay),
y a la imagen final. De esta manera, el visitante podría entender el por qué de
las diferentes tonalidades, dimensiones y orígen de las imágenes (por cierto,
no deja de llamar la atención la variedad de fuentes a las que se tuvo que acudir
en busca de cada uno de estos ejemplares). Otro apunte podría ser el tema con que
iniciamos, o sea, el contexto de la época y el país; algunos otros fotógrafos
del mundo y México que en ese momento estuvieran en activo, etc.
Desgraciadamente hay ocasiones en que los
expuesto por más calidad y prestigio que tenga deja una sensación de vacío, de
no haber sido fascinante.
Publicado originalmente en Milenio diario.
Ver también: www.artes2010.wordpress.com
Imágenes: www.brettwestonarchive.com y www.theguardian.com
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