Para no dejar atrás las fiestas patrias, el tema que
abordaré enseguida tiene que ver con la fotografía en nuestro país, pero
también con el valor de su conservación, el papel de la historia, la
comprensión del presente y de su futuro.
Luces sobre México, es el título de un
extraordinario libro editado en el 2006 por la editorial RM, el CONACULTA y el
Instituto Nacional de Antropología e Historia. La edición estuvo a cargo de
Rosa Casanova y Adriana Konzevik, y lleva un preámbulo de Olivier Debroise. El
libro tiene por subtítulo el de Catálogo
selectivo de la Fototeca Nacional del INAH. En efecto, el libro presenta
una selección de imágenes provenientes de por lo menos 40 fondos de los que
está compuesta la Fototeca Nacional empezando por el que se considera el
fundacional, el archiconocido Archivo Casasola; en total se reunieron 360
imágenes que a juicio de los editores dan cuenta de sus intenciones, o mejor
dicho, de la riqueza que contiene la Fototeca Nacional. Se anexa al libro un CD
Rom, con un despliegue de imágenes más amplio (1,200) que permiten ver el valor
e importancia que tienen estas imágenes para el conocimiento de nuestra
historia, pero más importante que eso es el valor que tiene el
que se hayan conservado y se lleven a cabo esfuerzos no sólo por mantenerlas y/o consolidarlas, sino que se haga pensando en la permanente ampliación de los fondos de la Fototeca, es decir, que se entienda que esta es una labor imprescindible que ha de llevarse a cabo de aquí en adelante.
Cada una de
las imágenes que se presentan tanto en el libro como en el CD Rom, llevan un
texto connotativo de lo que se sabe y se han investigado sobre su contenido, así que
sin proponérselo el libro se convierte en un texto grafico de la vida en México
por lo menos de los últimos 120 años. Por sus páginas vemos desfilar
soldaderas, días de campo en Chapultepec, detenidos en la cárcel de Belén lo
mismo que en la lúgubre Lecumberri, mítines políticos de todos los tiempos y tendencias,
intelectuales y productores, pero
también gente de la farándula, artistas de cine, grupos étnicos y monumentos
nacionales ya sean prehispánicos o virreinales, cartas de visita o retratos de
estudio provenientes de todo el país.
Tratemos de
imaginar la Revolución mexicana sin los retratos de Díaz, Madero, Villa,
Zapata, Carranza, sin la siniestra de Victoriano Huerta y sus ministros, sin
las de la Decena Trágica, la entrada de Madero a la capital, etc. Han sido
estas y muchas otras fotografías las que nos han ayudado a comprender el
ambiente, las costumbres, los usos, el trato, el vestuario, etc., que forman
parte de esa historia que se re-escribe todos los días que es la historia de
México, como la de cualquier otro lugar. Sin ellas, es seguro, la historia de
este periodo, como la de muchos otros, sonaría hueca, no pasaría de ser nombres
y sucesos de interés sólo para los especialistas.
Si la
preservación y conservación de las imágenes es una tarea que no puede abandonar
la historia, pensemos ahora en qué servicio pude prestar este monumental acopio
a la fotografía en sí misma. Es más, reflexionemos un momento en para qué nos
puede servir, desde el punto de vista de la fotografía, que exista aquí en
Monterrey una Fototeca que también pretende conservar fotografías “viejitas”.
Soy de la
creencia que el pintor se nutre viendo pintura y el poeta leyendo poesía, así
pues me es inconcebible un fotógrafo que no vea, se alimente, de otras
fotografías; antes de devorar las imágenes del ámbito internacional debiste
haber abrevado en las que reflejan o han sido producto de tu misma tierra, de
tu misma gente, de tu mismo ambiente. Por si fuera poco, tal y como lo
advierten Casanova y Konzevic en su Prólogo, en estos archivos, lo mismo en la
Fototeca Nacional que en la de Nuevo León, queda aún mucho por investigar, no
sólo por lo que está por ser descubierto, sino por las múltiples lecturas que
cada época da a su propia historia.
Así pues, ya
que festejamos un aniversario más de nuestra presencia como país, celebremos
también que contamos con estos recursos para alimentar nuestro imaginario
nacional, para saber qué ha sido y qué es México.
Publicado orginalmente en Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com
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