lunes, 31 de diciembre de 2012

El último (6)

 
Con esta imagen llegamos al final del año. Mañana nos volveremos a encontrar pero será ya el año que entra, el 2013; mientras tanto, muchas gracias por su atención !!
 

domingo, 30 de diciembre de 2012

De aquí al final (5)

 
Sin duda uno de los eventos que más conmoción o inquietud causó este año fue el famoso calendario maya y su cuenta larga que daban por sentado el fin del mundo este pasado día 21 de diciembre. Antes de pronunciarnos a favor o en contra conviene recordar que tan "amenazantes" parecían los vestigios mayas cuando empezaban a darse a conocer al mundo occidental. Aquí una imagen del fotógrafo francés Désiré Charnay del llamado Observatorio en Chichen-Itza en 1882. Cuan distinto luce a la actualidad y cuan lejos estaba de ser parte del apocalipsis que nunca llegó... o que por lo menos no llegó en la fecha que algunos esperaban.
 

sábado, 29 de diciembre de 2012

De aquí al final (4)

 
En el post de ayer mencionaba que entre las fotografías de las que aún se puede aprender, y mucho, según mi experiencia, se encuentra la japonesa pero también la nórdica. Aquí presento una fotografía de la serie Water de la fotógrafa islandesa Rebekka Guoleifsdóttir, una mujer de múltiples talentos entre los que se incluye el diseño de los típicos sweteres nórdicos que además ella misma se encarga de comerciar. Hay, en todos sus trabajos, una sutil referencia a cómo hombre y naturaleza se pueden complementar, y cómo aceptándose se puede sobrevivir aún en las condiciones más extremas. Tolerancia, respeto, complemento, conceptos que quizás la fotografía nos pueda enseñar a través de trabajos como los de esta artista y que deberíamos poner en práctica este año que ya casi empieza.
 

viernes, 28 de diciembre de 2012

De aquí al final (3)

 
En lo personal, este año que ya termina, me permitió adentrarme en la fotografía de los productores japoneses que como en todo lo que hacen la intensidad es una de sus características más sobresalientes. Un buen ejemplo de los fotógrafos de aquel país lo es sin duda Hiroshi Watanabe, aquí una de sus imágenes tomada de la serie Time Travel's, Tsutenkaku, Osaka, del 2003. No cabe duda que hay fotografías que nos enseñan que existen muchas otras formas de mirar que no son a las que estamos acostumbrados, curiosamente las encuentro en dos extremos, uno en estas fotografías de Japón -lo que no sucede con las Chinas por ejemplo- y las Nórdicas, Suecia, Dinamarca, Finlandia. Y seguro estoy que habrá muchas más de estas fotografías, sólo es cosa de darle oportunidad al año que viene para poder conocerlas.
 
(Imagen: www.michenko.com)

jueves, 27 de diciembre de 2012

De aquí al final (2)

 
Posiblemente menos sutil y más brutal, pero igual de inquietante que las fotografías de Helmut Newton, son los trabajos más recientes de la también fotógrafa alemana Ellen von Unwerth, en especial estos que forman parte de una serie del 2011 intitulada The Story of Olga. Ante estas imágenes es difícil no pensar en Newton y cuestionar la delgada línea que separa lo erótico de lo meramente sexual o pornográfico. Cualquiera que sea la postura que se tome, las fotografías de von Unwerth, quien también fue modelo por cierto, son un buen ejemplo de la presencia de nuevos temas o maneras de abordar los de siempre, formas y contenidos que se hicieron más frecuentes en este año que termina.
 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

De aquí al final (1)

 
La semana que ahora iniciamos la dedicaré a subir imágenes que me han resultado interesantes a lo largo del año. Puesto que no hay mucho más qué hacer, es tiempo de revisar archivos y ver con qué te encuentras. Por ejemplo esta fotografía con la que Davide Monteleone ganó el primer lugar en la categoría de General News en el concurso del World Press Photo del 2008. Se trata de unas bañistas en el balneario de Pitzunda en el Mar Báltico. Interesante como a pesar de que se trata de una imagen producida con fines específicos, logra ir más allá del contenido de la nota y hablar o dar a conocer otros aspectos sobre el lugar y sus visitantes, en eso, precisamente, radica el intrés de esta y de toda la fotografía.
 

martes, 25 de diciembre de 2012

Cuento(s) de Navidad (III de III)

 

     El tercer y último cuento de la temporada está dedicado a la fotografía que se llama o identifica como contemporánea. Así como en los anteriores esbocé algunas ideas sobre la necesidad de formar públicos, y los riesgos que creo enfrenta la producción simbólica actual, en este haré algunas observaciones sobre lo dicho, en el entendido que no hay nada definitivo, verdadero o único, todo depende del rumbo e intención que tome el diálogo.

     Si en general rechazo la denominación “contemporáneo” para señalar a un ambiguo y variopinto conjunto de objetos, conductas, actividades, etc., en la  fotografía menos estoy de acuerdo con su empleo, pues, por ejemplo, si hoy lleváramos a cabo la impresión de un ambrotipo, tendríamos como resultado una fotografía contemporánea, lo cual, cuando menos, crea una confusión que debe ser aclarada.

     Otro inconveniente con esta designación es que desconoce, no sé si intencional o inconscientemente, la sucesión histórica y nos condena a vivir en un permanente presente, en un siempre contemporáneo. Es decir, si los objetos simbólicos que hoy  se producen son  contemporáneos, ¿cómo se  llamarán los de mañana, o cómo  llamaremos a los de ahora?, ¿o  acaso eso no tiene  importancia?

     Independientemente de  cómo sea que llamemos a la  fotografía que se produce en  este momento, porque de eso se  trata, de las imágenes que se  están generando ahora mismo,  me parece que su adscripción a  un estilo, el contemporáneo,  así como su consideración, el  juicio que se hace sobre  ellas, es fruto de una enorme confusión, o si se prefiere, de una reacción desordenada, interesada e improvisada que se fue dando ante las condiciones y circunstancias que ha vivido la producción fotográfica los últimos, digamos, 20 años.

     Estaremos de acuerdo en que uno de los fenómenos más importantes, en cuanto a la fotografía, las dos últimas décadas es la presencia masiva de las imágenes digitales, lo que convirtió a cada uno de nosotros no en un fotógrafo potencial sino en un productor activo, dispuesto, sin más consideración, a participar en la polución de la iconósfera. Esta avalancha sin precedente de imágenes nos llevó, entre otros, por dos caminos  equivocados, uno, a creer que asistíamos a un desplazamiento hacia lo popular, y dos, que a falta de criterios para juzgar, para evaluar esta tendencia, lo mejor era aceptarla y reconocer que se trataba de una visión no tomada en cuenta hasta ahora. La insistencia en lo conceptual, el contenido, que se trate de proyectos, la fusión con otros medios, etc., no son tanto directrices que siguen las nuevas tendencias como diques que se tratan de levantar para contener y mantener a raya los millones de imágenes que circulan en la sociedad actual.

     A lo anterior hay que sumarle la práctica de lo “políticamente correcto” actitud denunciada por Susan Sontag y que implica la renuncia a nuestro derecho a juzgar lo que se nos presenta, con lo cual abrimos la puerta a miles de imágenes basura que, de acuerdo a lo “políticamente correcto”, tienen el mismo derecho de exhibición y apreciación que cualquier otra.

     Es verdad que en esta invasión de la no-fotografía (por llamarla de alguna manera) a la fotografía, hemos aprendido mucho, por ejemplo a mirar con la mirada del otro (ciegos, niños, colectivos, víctimas de la violencia, etc.), el valor del reciclaje, las dudas sobre la autoría, el aprecio a la copia, el papel de la tecnología, etc., pero también hay que reconocer que cada vez cuesta más trabajo encontrar imágenes frescas, innovadoras, que nos muestren oras facetas del mundo, de la vida, de nosotros mismos, imágenes que escapen a los clichés que el mercado insiste en imponer. Como también habrá que aceptar que contemporáneo no es estar pegado a la PC, la Tablet o la Handycam, contemporáneo es algo menos sofisticado, es simple y sencillamente estar en el momento que te ha tocado vivir.
 
Publicado orginalmente por Milenio Diario


lunes, 24 de diciembre de 2012

La Navidad VI

 
Si la temática religiosa ha ido disminuyendo en los motivos y contenidos de la producción artística, lo cierto es que también, de vez en vez, aparecen productores que por los motivos que se quieran logran ofrecer obras de esta naturaleza de gran calidad, con lo que parecieran confirmar que en cualquier momento, en cualquier lugar, con cualquier medio, y con cualquier tema, siempre se podrá producir un trabajo que a la vez que signifique algo para su entorno, se sume a una tradición de imágenes, religiosas en este caso, manteniendo así su vigencia. Nada mejor para comprobarlo que esta hermosa fotografía de la norteamericana Gertrude Kasebier, El pesebre, de 1899. Una imagen manierista, algo cursi si se quiere, demasiado explícita, poco arriesgada, sí, pero con todo, es la apuesta de la fotógrafa por temas con los que siempre estuvo comprometida por lo que no es casualidad que, dado el momento, se haya acercado, y bien, a esta temática.

domingo, 23 de diciembre de 2012

La Navidad V

Si a partir de la segunda mitad del siglo XIX los temas religiosos empiezan a menguar en la producción regular de las artes visuales (entre las artes, las únicas excepciones serían la arquitectura, la orfebrería, quizás la música y algo de escultura), en la fotografía es más extraño encontrarlos, salvo el caso, como decíamos ayer, de productores asociados a ideas estéticas que ven en la cuestión simbólica un medio para expresar toda clase de preocupaciones. Ligada a una de estas tendencias encontramos a Julia Margaret Cameron y su Día de primavera, una referencia más que clara y directa al tema de la temporada, la Navidad. No deja de ser interesante, además de las cualidades propias que como fotografía pueda tener este trabajo, las implicaciones ideológicas y artísticas que pudo y puede tener la producción de estos temas y sus contenidos, dependiendo del momento y las circunstancias en que se llevan a cabo.
 
(Imagen: www.flickr.com)
 
 

sábado, 22 de diciembre de 2012

La Navidad IV

 
En la medida en que la sociedad se fue secularizando los temas religiosos fueron abandonándose por lógicas razones. Los encontramos, es cierto, de vez en vez dentro de la trayectoria de tal o cual productor, pero, por lo general, muy lejos de ser el centro o encargo principal de su quehacer. Igualmente aparecen, como el de la Navidad, asociados a movimientos que ven en el pasado, en la tradición, en los orígenes, las claves para comprender y enmendar el presente, tal y como sería el caso del Pre-Rafaelismo. Aquí un tríptico de Dante Daniel Rossetti, La semilla de David, 1858-1864. Fuera de estos casos, no deja de ser curioso que la producción simbólica destinada a los cultos religiosos, por lo menos los tradicionales, haya decaído tanto, cuando hace un par de siglos era la médula del quehacer cultural.
 

viernes, 21 de diciembre de 2012

La Navidad III

 
Sé bien que una de las profundas diferencias que hay entre el Judaísmo y el Cristianismo, radica, precisamente, en la creencia Mariana y la naturaleza de Jesús, por lo que el tema Navideño queda fuera del culto hebreo. Así pues, ni por equivocación pudiera estar sugiriendo que este tema de Marc Chagall, El Nacimiento, tenga alguna relación con los festejos de esta temporada. Sin embargo, lo presento ahora porque la iconografía que emplea Chagall, no deja de recordarme el trabajo de Masaccio que subí ayer. Insisto, no digo que se trate del mismo motivo, ni que uno de paso al otro, más bien me llama la atención la similitud que como imágenes guarda una con la otra. En realidad no debería ser tan extraordinario ya que las imágenes, lo hemos dicho en varias ocasiones, se alimentan de otras imágenes, por lo que perteneciendo ambas a la tradición occidental no sería nada extraño que sí, al pintar Chagall su Nacimiento, aparecieran en su inconsciente las imágenes de Masaccio.
 

jueves, 20 de diciembre de 2012

La Navidad II

 
De Masaccio esta tabla dedicada al tema de la Natividad pintada de 1427 al año siguiente 1428. Sabemos que el motivo, el nacimiento de Jesús, permanece en la mente y práctica de muchos pintores sobretodo en este momento de la historia, y sin embargo, lo fascinante de él es la falta de unidad en su tratamiento (lo que ha obligado a la realización de Concilios por ejemplo), que es precisamente la grieta por la que se cuela la interpretación personal y de grupo, y que hace que la pintura, como cualquier otro medio de reproducción de imágenes, no sea una simple y esteril repetición del mismo asunto.
 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La Navidad I

 
 
Parece mentira pero después de tanto tiempo me siguen pareciendo asombrosas estas imágenes, me refiero a las que personajes como el Duccio de Buoninsegna pintaran a principios del siglo XIV dando inicio a una tradición que no cesa ni cede un palmo de espacio a las más modernas representaciones. Pero no estamos aquí para hablar del Canon o constructos parecidos sino más bien para acercarnos a las fiestas de la Navidad que empezó así como nos lo muestra Buoninsegna, es decir con la Anunciación. Esta semana pues, será la de las imágenes que nos pongan en contacto con algo que nos parece tan familiar que nos olvidamos de donde procede, esa es precisamente, la fuerza de la tradición occidental.
 

martes, 18 de diciembre de 2012

Cuento(s) de Navidad (II de III)

 

Al continuar con esta serie, las líneas que siguen abordan algunos aspectos generales que pudieran servir en una discusión sobre lo contemporáneo. Para ser más específico, en lugar de hablar de “lo contemporáneo” que se aplica sin ton ni son a prácticamente toda actividad u objeto, me centraré en lo que se denomina “arte contemporáneo”; como la categoría es igual de amplia y puede designar cualquier producto que se esté produciendo ahora, entenderé por arte contemporáneo sólo al que se presenta o es presentado como tal o bajo una denominación semejante (Arte Emergente).
El punto es importante porque el término contemporáneo pasa de indicar la pertenencia a un momento histórico a ser un estilo, lo que ya habla de una transformación, que se ha pasado de la historia a la estética. Así pues, en realidad este cambio forma parte de una red mayor de transformaciones que acompañan a la producción de objetos simbólicos por lo menos desde finales de los años 80 del siglo pasado. Más concretamente, el arte contemporáneo, lo que llamamos de esta manera, es una parte, un producto de la crisis general de las  representaciones y los medios con que las llevábamos a cabo; pero, no es sólo que hoy  tengamos más medios para la representación simbólica de la realidad, sino que en tales cambios quedaron incluidas también las funciones, roles o papeles que solían desempeñar estos objetos, de ahí que se hayan tenido que refugiar entre las mercancías dando vida a un mercado voraz que consume, obviamente, sólo lo recién hecho.

     Mas el arte contemporáneo no es mejor ni peor que el que se estaba produciendo hace 100 años, simplemente es diferente y ello se debe, entre otras cosas, a que nuestra idea de qué es o qué debe ser el arte ha cambiado, no sólo qué es el arte de nuestro tiempo, sino la del arte el general, llámese como se llame, o como se le haya denominado en algún otro momento (artesanía, ilustración, moda, etc.) Así pues, la idea sobre el arte de este momento, que se encuentra en proceso, que está definiéndose, es la que nos resulta diferente, tan diferente como resultó la propuesta de la Modernidad al siglo XIX.

     En este proceso de cambio  percibo tres, por llamarlos de alguna manera, peligros o tendencias que contrastan con las ideas que sobre al arte hemos tenido a lo largo de la historia. La primera de ellas es que todo el campo cultural termine en manos del mercado y que lo que nos presenten como arte se reduzca a objetos destinados y consumidos por una elite (económica, social, política, etc.) sin opción a ser compartidos por otros grupos igualmente interesados por estos productos.

     Una segunda tendencia es el desconocimiento del pasado, hablo de ignorancia y no de negación, combate o supresión, lo que deja a todo producto nuevo, contemporáneo, huérfano, creyendo que es resultado de una ocurrencia, genialidad o el azar.

     Finalmente, un tercer peligro si se quiere, es la tremenda facilidad con hablamos de estos temas, es decir, la falta de rigor en la discusión de los mismos. Creemos que contemporáneo es estar conectado a la corriente eléctrica o a una batería, al IPod o al video HD. La discusión se centra en la novedad, en el empleo de los medios, en la inserción en la globalización, en el reflejo de la subjetividad, etc., y en todo caso lo que hoy se dice mañana se olvida y se vuelve a inventar, pues el discurso y no el objeto es lo que legitima su pertenencia al campo del arte.

     Si estos cambios llegan a tener un fin, quizás veríamos un panorama en dónde la idea común de Arte dejará de tener vigencia para dar paso a múltiples ideas de qué y cómo debería ser el arte, cada idea apoyada por la producción de objetos, contemporáneos o del pasado que materializaran tales ideas. En conclusión, podemos estar a las puertas del Multiarte que substituiría definitivamente al sistema de las Artes que hasta ahora ha prevalecido.
 
Publicado orignalmente por Milenio Diario

 


lunes, 17 de diciembre de 2012

Pre-Navideño 6

 
Qué mejor manera de concluir esta serie Pre-Navideña que con la referencia al auténtico Cuento de Navidad, A Chistmas Carol, del escritor británico Charles Dickens. Se trata de la portada de la primer edición del cuento, que por cierto si se ve, llevaba por subtítulo el de Una historia de Fantasmas de Navidad. El librito apareció en 1843 y estuvo ilustrado por John Leech quien de hecho creó la iconografía básica para la representación visual de la obra de Dickens en cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier medio. Por nuestra parte, sigamos mañana, entonces, con la segunda parte de nuestro(s) propio(s) Cuento(s) de Navidad.
 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Pre-Navideño 5

 
De estos cuentos que se dan por la temporada, el de las tarjetas de felicitación es otro de ellos que finalmente nadie sabe a quién benefician, pues lo más frecuente es que las tarjetas que se reciban terminen junto algún teléfono sirviendo como papel para dejar mensajes o apuntar cualquier otro dato, y de ahí, claro, a la basura. Es probable que la primer tarjeta de este tipo de haya impreso en Londrés en torno a 1846, aunque su uso no se popularizó sino hasta la década de los '70's. Contrario a lo que se suele encontrar, aquí les presento una extraña tarjeta en español de principios del siglo XX.
 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Pre-Navideño 4

 
De entre los muchos cuentos que se cuentan esta temporada, el de la Cena de Navidad, es de los más increíbles. Nadie, me parece, se podría oponer a la reunión de las familias, a que éstas compartan y se feliciten, pero ¿por qué durante una comida? Y qué clase de comida!! Las gastronomías mundiales se han movido para incluir en sus repertorios "cenas típicas de navidad", al pavo, la pierna, el bacalao, hay que sumarle los tamales, el suchi, los macarrones, las patatas, los camarones, y por supuesto los postres y todo rociado por una gran cantidad de alcohol, ¿a quién le benefician estos cuentos?, ¿a las familias que finalmente lograrán reunirse?, ¿y si no hay algo especial sobre su mesa?
 

viernes, 14 de diciembre de 2012

Pre-Navideño 3

 
Propio de la temporada y de los cuentos tradicionales de Navidad, es el famoso Cascanueces, cuento original del Ernst T.A. Hoffman que lleva por título completo el de El cascanueces y el rey de los ratones. Este texto fue posteriormente adaptado por Alejandro Dumas, padre, y en tal versión se apoyó Chaikovski para la elaboración de su ballet y Suite El Cascanueces, que como sabemos bien, año con año se representa una y otra vez.
 

jueves, 13 de diciembre de 2012

Pre-Navideño 2

 
 
Si Santa nos parece un personaje infiltrado de la globalización ¿qué decir del igualmente famoso Árbol de la Navidad? Que por cierto y como tantas otras cosas es un resabio de tradiciones paganas, germánicas para ser más exactos. Se trata del divino Idrasil o Árbol del Universo, un roble que adornado servía para festejar el nacimiento de Frey, dios del sol. A partir de ahí todos sabemos lo sucedido, la cristianización occidental supo adoptar y adaptar los mejor de cada pueblo para su propio beneficio, de ahí los cuentos que seguimos contando al recordar lo remoto de nuestros orígenes.
 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Pre-Navideño 1

 
Ya que en la época de tradiciones estamos y siguiendo la de continuar con el tema principal que subimos los martes, esta semana procuraré incluir ilustraciones de otros tantos cuentos de la Navidad. Uno de los más recurrentes, ya lo veremos, lo es San Nicolás, Santa Claus o simplemente Santa. Habría que hacer la historia de estas imágenes que sin duda forman parte del proceso de globalización-homogenización que sufrimos. Buena tarea para los que estos días no tienen más que hacer. Aquí presentamos una de las ilustraciones impresas a nivel masivo más antiguas de este personaje, las que Thomas Nast publicara entre 1863 y 1886 en el famoso e igualmente influyente Harper´s Bazar.
 

martes, 11 de diciembre de 2012

Cuento(s) de Navidad (I de III)

 

Puesto que el ritmo de  actividades relacionadas con las artes visuales se desacelera en esta época, se cuenta con más tiempo y espacio para reflexionar, repensar, reconsiderar, mucho de lo que se hizo y se dijo, así como para desear la  procuración de un futuro venturoso.

Esto es pues, lo que intentaré las últimas tres entregas de este aciago 2012. El hilo conductor serán los textos que he publicado las  dos semanas anteriores, el dedicado al llamado PFC 12, y el de la semana pasada, a la Bienal Nacional de Arte Emergente. Creo que ver ambos temas, desde otra perspectiva, puede funcionar para continuar con un diálogo que ojalá fuera interesando a más gente.

Empiezo, de hecho, por esto último. La columna de hace una semana la intitulé ¿Cómo entender?, no por retórica, sino porque realmente me preocupa saber qué pasa con el público, con los visitantes a los espacios oficiales y privados y se  encuentran con muestras, exposiciones (no importa si son de arte griego o ultramoderno), que no les dicen absolutamente nada, es decir que su experiencia de haber ido al museo o centro cultural, cuando mucho, se convierte en una aburrida referencia para el FaceBook o Twitter. Primera llamada de atención: el arte, la exhibición de objetos que así llamamos, salvo casos extraordinarios, no es para todos, estas muestras son única y exclusivamente para quienes se han convertido en sus aficionados. Si esto fue verdad a partir del siglo XIX, mucho más lo es hoy día. Así, al igual que cualquier otro espectáculo, tenemos un problema de formación de públicos, de públicos aficionados.

En la génesis, ampliación y preservación de este problema todos cargamos con una parte de culpa. Hablemos por ejemplo de los productores. Al margen de cuán decepcionados podamos estar de la Modernidad o simplemente del presente y el futuro, hace mucho que el único espacio público que ocupan los productores es el de las páginas de sociales y revistas del corazón (entiéndase que hablo en términos generales), cuando hay cuestionamientos de otro orden siempre aparecen en páginas interiores, en letras más pequeñas, como excentricidades, lujitos que se da el productor. Y es que los hemos ido marginando, expulsando de la arena social, la política, la economía son temas demasiado serios como para dejarlos intervenir en ellos, ¿qué tendrían que decir que no hayan dicho ya los especialistas?

Si nuestros productores se han convertido en estrellas del corazón, el lujo y la apariencia, ello se debe a que a eso hemos reducido la producción de objetos simbólicos; como nunca antes son, se conciben, circulan, se exhiben, como mercancía cuyo precio es sinónimo, no de calidad, pero sí de distinción. Como en este proceso, el del productor como figura, el de la obra como mercancía, se genera una industria que a su vez secreta el aceitito (dinero) que hace que los engranes funcionen nadie se molesta en cuestionarla o revertirla  porque a todos nos conviene.

Más allá de los beneficios que acabo de mencionar, los económicos, es tan difícil señalar y percibir otros que no sean a largo plazo, que finalmente dejan de interesar a quienes deberían preocuparse por la promoción y apoyo a la producción, me refiero, por supuesto, a la iniciativa privada, pero sobretodo al sector público. La verdad, y lo vemos año con año, ¿para qué invertir en museos, exposiciones, conciertos, editoriales, actores, si son un pozo sin fondo que no resuelven los problemas de este momento que son, por lo demás, los que demanda la ciudadanía?

Me parece que uno de los retos que habrá que enfrentar en el futuro inmediato es cómo hacer entender a grupos cada vez más amplios qué es lo que les ofrece, de qué les habla la producción simbólica en general y la contemporánea en particular, pero para ello, para interesarlos, primero, creo, hay que trabajar más en todos los demás eslabones de la cadena, sólo así cobrarán el sentido que supuestamente siempre ha representado el arte.

Publicado originalmente por Milenio Diario

lunes, 10 de diciembre de 2012

Más de hoy (lunes)

 
Laura Cohen. Con el alma percibo el universo. 1977
 
 
Como otros tantos lunes, llegamos al término de esta serie dedicada a la presentación de trabajos contemporáneos, frescos, y cómo no lo iban a ser si son producidos hoy mismo, este día. Esperamos que lo que continúa, la serie que inicia con el trabajo más extenso que se publica mañana, sea tomada como la continuación de estos intentos por ampliar, mejorar y formar un conocimiento más extenso sobre la cultura simbólica en general y la contemporánea en particular.
 
(Imagen: www.pintaarte.com)

domingo, 9 de diciembre de 2012

Más de hoy (domingo)

 
Stanya Kahn. Happy song for You, from the Stowa Ways Series, 2012
 
Los críticos son aquellos que han fracasado en
la literatura y el arte.
 
Benjamin Disraeli
 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Más de hoy (viernes)

 
Janet Cardif & Bures Miller. The Cabinet of Couriosness. 2010
 
Aún las piezas más elaboradas llegan a convertirse en objetos simbólicos, no tanto por sus materiales o el tiempo que tomó su ejecución, sino por las ideas que nos transmiten, por las formas que adquieren para ser comunicadas. Estas ideas que pueden ser de las más simples y cándidas a las más teóricas y abstractas y que siempre son producto de su tiempo, de la historia, son las que hemos ido aprendiendo a reconocer, apreciar y juzgar de tal manera que cuando las hallamos en determinados objetos estos se convierten en su real materialización lo que nos permite comprenderlas mejor, razón por la que retribuimos al objeto, por decirlo de alguna manera, llamándolo arte.
 

jueves, 6 de diciembre de 2012

Más de hoy (jueves)

 
Mark Jenkins. Strong. s/f
 
Supongamos que creemos que una de las funciones de los objetos simbólicos, es la de ofrecer visiones, representaciones, inéditas que nos permitan conocer y conocernos mejor, de otra manera o bajo otra óptica, si así es ¿importa que sea una pieza del imperio romano de oriente que una producida en este momento en el garage de algún suburbio del Brasil?
 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Más de hoy (miércoles)


Continuamos con el tema de la semana, que como se sabe será el del arte emergente, arte contemporáneo o como guste llamarse al trabajo simbólico que se está realizando, difundiendo y comercializando en este mismo momento. Difícil será hablar y presentar este tema, pues como decían los clásico, en ocasiones sí es necesaria la perspectiva del tiempo para poder entender y juzgar las cosas, más para exponerlas como ejemplo de un estado de cosas. Pero en fin, ya veremos cómo nos va. Lo que aquí presentamos es un buen ejemplo, creemos, de lo que sucede con esta clase de productos. Es una imagen que sirve para promocionar la exposición PopPolitics. Activismo a 33 revoluciones que se presenta en el ca2M de Madrid, pero que igual funciona como una de las piezas que se exhiben en la muestra, ¿cuál es la diferencia? Quizás no la haya y ese es un hecho al que tendremos que irnos acostumbrando, por lo menos en tanto lo entendemos o acabamos de aceptar, eso habremos ganado, si es que algo ganamos, al termino de estos seis días.

(Imagen: www.ca2m.org)

martes, 4 de diciembre de 2012

¿Cómo entender?

 

Pongámonos en el lugar de una persona cualquiera que el domingo va de paseo con su familia al parque fundidora. Una vez ahí se encuentra que en el Centro de las Artes hay dos muestras diferentes, en la Fototeca, la denominada PFC 12 y un poco más allá, en la Nave Generadores, la recientemente inaugurada (nov. 23) Bienal Nacional de Arte Emergente. Ahora imaginémonos a esta misma persona, después de haber recorrido ambas exhibiciones, tratando de explicar a los suyos y a sí mismo, por qué siendo lo mismo en ambos espacio no hay relación entre ellos, por qué se presentan como dos cosas diferentes cuando una podría ser la extensión o continuación de la otra, por qué uno es arte emergente mientras que los otros son trabajos en proceso, resultado de un curso o capacitación.

     La Bienal de Arte Emergente, según se declara en las cédulas de presentación contó con más 1800 obras de 640 diferentes productores de todo el país. Se seleccionó, para la presentación de obra y premiación, a algo así como 45 productores. De ellos, se dice que la predilección que muestran por los nuevos soportes, video y fotografía, puede deberse a que tienen más familiaridad con ellos que con cualquier otro medio, lo cual  es cierto pero no suficiente para explicar esta tendencia. Se presentan, por ejemplo, trabajos como el de Lucía Castañeda Garma que bien podrían pasar por la tropicalización de la obra de Andreas Gurzki, las de Katnira Samantha Bello, o de Daniela Garza Maldonado, mejor aún, la que ganó uno de los premios de adquisición, la de Alejandro Palomino, pero ¿por qué no están en el otro espacio, es decir, en dónde se presenta la fotografía contemporánea?

     Conozco las respuestas obvias pero me interesa ir más allá para tratar de comprender por qué la producción artística se encuentra en este estado. Quizás la característica que señalaba Ramírez Limón cuando vimos el PFC 12, acerca de que la fotografía podía expandirse hasta volverse un híbrido con otras manifestaciones, habría que alargarla y decir que puede, incluso, tomar el lugar de otras manifestaciones. En otras palabras, no se trata únicamente de que la fotografía pueda, por su propia plasticidad, ser cómplice con otros medios para crear nuevas piezas, sino de que llegue a substituirlas, a tomar su lugar, como es el  caso de esta Bienal.

     Si comparamos lo fotográfico y los trabajos en video, con lo que se presenta de pintura tradicional, nos daremos cuenta de la enorme brecha que existe entre los diferentes medios de representación (y todo espacio vacío tiende a ocuparse). Salvo el trabajo de Itzama Hugo Reyes, cómo pintura, no hay nada más que valga la pena mencionar.

     Me interesa comprender estos cambios, porque me gustaría que ese hipotético señor que entró con su familia a estos espacios, pudiera darles una explicación que los hiciera regresar muchas otras veces a ver qué es lo que se está exponiendo, tal y como la podía dar cualquier visitante a los Salones de Anuales del Louvre al mediar el siglo XIX. Y para este fin ¿no serviría que ambos espacios, Fototeca y Nave Generadores intercambiaran notas y se referenciaran mutuamente? El PFC 12 se inauguró el 20 de noviembre, tres días después la Bienal, ¿no podrían haberse comunicado y percatarse de esta situación en lugar de vivir como esquizofrénicos?

     Nada más ajeno a mis intenciones que sugerir se altere o viole la autonomía de los espacios o se modifique su programa de actividades, lo que creo es que sí estamos ante un fenómenos de cambio, de transición en la producción simbólica, deberían ser las instituciones encargadas de su promoción, difusión y apoyo, las primera en señalar esta situación y procurar hacerla comprensible a los demás, porque ¿de qué sirve tanto esfuerzo en organizar eventos, premiar y promocionar productores, si nadie entiende qué pasa?

     Obviamente no es función de estas instituciones educar en la apreciación del arte contemporáneo, pero ofrecer una ayudadita a sus visitantes no vendría mal.
 
Publicado originalmente por Milenio Diario


lunes, 3 de diciembre de 2012

Fotografías del presente VI

 
Pat Brassington. The Pressing #4. 2011.
 
Con esta imagen llegamos al término de esta mini-serie dedicada a la presentación de imágenes que se exhiben, circulan y venden, nos guste o no, como fotografía contemporánea. Como se ha visto, quizá lo único que tienen en común es que son producto del presente (aunque algunas de ellas vayan sin fecha), o sea, fueron obtenidas contemporaneamente a nosotros. Van del uso mixto de medios, a la re-utilización de técnicas del pasado (como en el ejemplo de ayer que son colodiones húmedos), o presentaciones más o menos exquisitas como la que aquí vemos. Esperamos pues haber cumplido con el objetivo de colaborar en el reforzamiento y consolidación de una cultura fotográfica común a todos.
 


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Fotografías del presente I

 
Como en las anteriores ocasiones, tratando de dar seguimiento al tema principal de este blog que aparece todos los martes, en esta ocasión estaré presentando imágenes de fotografías contemporáneas que se exhiben, que se presentan, como tal, es decir como resultado de la práctica de la fotografía contemporánea. No son ni mejor ni peores que muchas otras, no son modelo o ejemplo a seguir, son, una vez más, mi contribución a la formación de una cultura fotográfica más amplia, pues como decía ayer, quien gusta de la fotografía lo que ama antes que otra cosa es otras fotografías. Vaya pues esta mi aportación a lo largo de los siguientes 6 días. Aquí un trabajo de la pareja formada por Maurice Scheltens & Libeth Abbenes, Naturaleza muerta, s/f. Se trata de un collage que se retroproyecta y se vuelve a fotografiar reuniendo en una sola imagen dos medios, el del collage y el de la proyección, una de las características del estilo contemporáneo.
 

martes, 27 de noviembre de 2012

PFC 12

 

El pasado 20 de noviembre se inauguró en la Fototeca del Centro de las Artes, la muestra PFC 12, el Programa de Fotografía Contemporánea que la institución lleva a cabo, por segundo año consecutivo, como parte de sus programas educativos y de capacitación. “La exposición que se presenta hoy —al decir de su curador, Javier Ramírez Limón— en la Fototeca es una especie de  corte en un proceso de trabajo... Es punto de partida, no de llegada.”, se trata, entonces, de proyectos que entiendo según lo dicho, seguirán desarrollándose (depende de lo que cada uno de los involucrados decida por supuesto), por lo que considero importante poner a su consideración, una de las preguntas que me surgen a partir de la visita a la exposición. En este, como en cualquier otro caso, sólo el diálogo, serio y respetuoso,  puede ser de utilidad para alguien.

     El término contemporáneo puede ser entendido de dos maneras, una, como un momento histórico siempre coincidente, entre ciertos lapsos, con el presente. No obstante, desde hace unos 20 o 25 años también designa, un estilo o una tendencia que se manifiesta en prácticamente todas las esferas de la vida cultural,  por lo que afecta a la mayor  parte de la producción de   objetos simbólicos. A fuerza  de sintetizar, diría que, entre otras, hay  tres características que nos  permiten identificar lo  contemporáneo: El  desplazamiento de la forma hacia el significado; la disolución de los límites entre los medios; y, tercera, el abandono progresivo de la  obra única por la serie, de lo  unitario por el fragmento. Obviamente su presencia no es ni buena ni mala; como no podemos detenernos a explicar cada una quizás nos sirva el siguiente ejemplo para entender la diferencia fundamental entre estas características y las que prevalecían en el pasado reciente. Según André Malraux el productor no está  interesado, en principio, por  lo real o por la vida, el pintor es alguien que lo primero que ama es la pintura, como el escritor ama la poesía o el fotógrafo, antes que otra cosa, ama las fotografías. Hoy en día, me parece, se ha olvidado esta lección y antes que a la práctica que nos da los objetos que amamos, se elige, sobre cualquier otra cosa, al sujeto productor; se entenderá entonces, porque se han generado estos cambios.

     Siempre de acuerdo con Ramírez Limón el modelo del PFC “... se estructuró con base en el discurso: todo proyecto desarrollado debía tener una dimensión discursiva. Esto que parece casi una obviedad no siempre es establecido en el medio. Quiere decir que todo elemento de la imagen debe —en principio— subordinarse a la esfera del significado.” Más adelante apunta que como posible consecuencia de este compromiso se da la posibilidad de que la imagen fotográfica se expanda y mezcle con otros medios. Creo que, efectivamente, ambas condiciones se cumplen en todo lo exhibido y aunque soy de los que piensa que el significado último lo da el observador y no el productor, por tratarse de uno de los objetivos centrales del proceso, creo que es pertinente el que cada participante explique públicamente su proyecto.

     Ahora bien, dentro de este ámbito de lo contemporáneo, es bien poco lo que se les puede decir a los participantes en esta anualidad del PFC, lo que a mi me preocupa o llama la atención es quién se hará cargo de la fotografía a secas, porque es falso decir que hacer fotografía es accionar un aparato mediante el cual se captan u obtienen imágenes; no es lo mismo, en otras palabras, una imagen que una fotografía. Por supuesto que entre los expositores hay por lo menos 6 o 7 que muestran un gusto, una preferencia, una cultura fotográfica, mas he dicho que una de las características de lo contemporáneo es la erradicación de las barreras entre los medios, Ramírez Limón nos lo advierte igualmente como una consecuencia de este programa, así pues y por lo visto, quizás asistimos finalmente a la desaparición de la fotografía tal y como se concibió en sus inicios.
 
Publicado originalmente por Milenio Diario