Nadar. Auguste Manet (1832-1883). 1874
Mujer arreglándose. 1875
Con el artículo de esta semana despedimos a dos buenos amigos, a dos pintores, por tanto, siguiendo la tendencia con que venimos haciendo las entradas diarias, esta semana la dedicaremos a los pintores que nos han precedido. Traer acá su retrato es tanto un acto de justicia como un ejercicio de memoria, un recordatorio de que sin ellos y su trabajo, nosotros no estaríamos aquí. Como a la mayoría de quienes aparecerán en este espacio no tuvimos oportunidad de conocer personalmente, sino a través de sus obras, en el mejor de los casos, vale la pena asomarnos a su fisonomía, quizás en los ojos, la nariz o el gesto, reconozcamos al amigo, al compañero, al colega, el vecino, rostros que se han hecho tan familiares que siempre los tenemos presentes.
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