Ivonne Venegas. Ana en caballo. De la serie María Elvira de Hank. 2006
Registro 02 fue
sin duda una buena exposición, más por la calidad de las piezas participantes que
por lo que se haya pretendido con ella.
Por desgracia, difícilmente se puede decir lo mismo de Registro 03, la actual muestra que el MARCO inauguró el pasado 25
de enero. Y no es que carezcan de calidad, de significado, de importancia
algunas de las piezas que se presentan, ahí están, por ejemplo, los trabajos de
Hugo Lugo, los collages y video de Rubén Ortiz-Torres, High ‘n’ Low, alguno de los videos de Cristina Ibarra (aunque
parezcan continuación de las fotografías de Ivonne Venegas), pero nada más.
En el norte tenemos
una frontera de más de 3,000 kilómetros, una de las más largas del mundo y
también de las más conflictivas (habría que hacer los mismos esfuerzos por
conocer qué sucede con nuestra frontera sur que es igual o más conflictiva y
con una dinámica que nada le pide a la del norte). No es posible, por tanto,
representar esta norme línea con un sólo ejemplo, el de Tijuana, por más
importante y notorio que sea. Las quinceañeras de Tijuana, no son las de Matamoros, ni sus ricos, ni sus bares, ni sus escuelas. En otras palabras,
creo que para que la muestra sea en verdad una “... revisión del contexto de la
creación contemporánea en la franja fronteriza norte de México”, faltó
investigación, e incluir lo que sucede en Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua,
Nuevo León, etc.
Si como hemos dicho Registro 02 no fue clara en cuanto a
sus objetivos y criterios de selección, en este caso, Registro 03, es mucho más obscuro su fin; léase lo que aparece en
la cédula que recibe a los visitantes en las salas de exhibición: “Revisa el
contexto, reflexiona sobre conceptos identitarios, políticos, antropológicos
(...) pero sobretodo propone desmantelar momentáneamente esas plataformas...”
¿Qué es entonces lo que pretende?, ¿no sería
más rico y evidente, más propositivo, presentar únicamente aquellas piezas en
las que se observe ese desmantelamiento de la identidad, de la política, etc., que
según el texto citado es el interés central de la exposición?
Igual de
incomprensible resulta una sección entre la sala en dónde se exhiben los
trabajos de Ortiz-Torres y la siguiente en la que están los de Torolab, una
serie de mesas con catálogos ¿de qué?, ¿de los que aquí exponen; de otras
exposiciones?, ¿para qué?, acompañadas por un par de pantallas que pasan declaraciones
inaudibles. Si se trata de una pieza más de la exposición me declaro incompetente
para su comprensión. Pero más bien creo que se trató de completar la muestra ya
que en sí es bastante magra en sus ejemplos.
Me parece de
lo más acertado llevar a cabo la revisión de la producción simbólica en ambas
fronteras, la sur y la norte. Que se estudie su dinámica y se tiendan lazos de
amistad y cooperación con los que están del otro lado y que sufren procesos
similares a los nuestros, de hecho sería interesante la comparación de la
producción a ambos lados de la frontera. Pero para hacerlo es necesario tiempo,
investigación, objetivos claros y precisos, en fin todo lo que garantice el
éxito de la muestra y no que se contente con sólo dar una probadita y amarga
para acabarla de arruinar.
Publicado orginalmente por Milenio Diario.
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