martes, 12 de febrero de 2013

Ordenando el cuento

 

Tenía curiosidad por ver la exposición Yuxx  de Ismael Merla, inaugurada el pasado 30 de enero en Arte, A.C. Merla junto con Mario García-Torres, Fernando Villalvazo, Manuel Mathar, Gerardo Monsiváis, Roberto Arcaute, aunque no son de la misma generación sí forman un grupo compacto que empezó a formarse en torno a la extinta galería BF 15, y que con suerte diversa, han seguido produciendo y presentándose principalmente en la capital del país o el extranjero.

La meteórica carrera de estos jóvenes, empezada en la última década del siglo pasado cuando muchos apenas llegaban a los 20 años, tuvo distintos efectos sobre ellos, en el caso de Ismael Merla lo  llevó a un profundo cuestionamiento respecto a su papel, función y ubicación dentro del campo del arte, lo mismo que con sus relaciones con los demás agentes del campo: galerías, curadores, críticos, coleccionistas, museos, etc. Así, quien para entonces ya había presentado su quehacer en ferias internacionales y ser invitado obligado en cuanta muestra sobre arte contemporáneo hubiera aquí, allá y/o acullá, decidió, en torno al 2007 si no retirarse sí abrir un amplio espacio entre su producción y los sistemas de circulación de su trabajo, como quien pone pausa en  una grabación ya sea para preparar  lo que sigue, reflexionar sobre lo  hecho, o simplemente para descansar y tomar aire fresco antes de continuar.

Como se entenderá, la  ausencia de Ismael Merla del circuito de las exposiciones, no significó  que dejara de trabajar o verse involucrado en diferentes proyectos,  antes al contrario, siguió  desarrollándose ya como productor  o como agente de otras iniciativas,  siempre con espíritu punzante y  cuestionador del papel del productor  y de las diversas instancia que  intervienen en el campo cultural.

Así pues, la exhibición que abrió Arte, A.C., representa la primer muestra individual de Merla desde hace seis o siete años, y lo menos que podríamos decir es que no ha trabajado. De más de 200 piezas, Juan Alberto Mancilla, quien actuó como curador, seleccionó junto con Merla, un total de 31 conjuntos (distribuidos de la siguiente manera: 21 de ellos contienen 3 piezas; dos llevan 4; y hay ocho enmarcados individuales) que son los que se exhiben en la muestra.

Se trata de piezas de pequeño formato (unos 15x25 cms. aprox.) trabajadas como collages y decollages, que se presentan dentro de “marcos contenedores” ya sea individualmente, en tríos o, como ya se dijo, en grupo de 4. El resultado es una muestra homogénea, limpia, congruente, y si no se puede decir que elegante, sí que resulta lo suficientemente atractiva como para no perdérsela.

Collage y decollage más que ser técnicas contrapuestas se complementan, en una agregas en la otra quitas pero en ambos casos lo que se pretende es crear un nuevo ordenamiento, otra manera de presentar, de clasificar, de encontrar, y en el proceso dar, casi al azar, con formas inéditas que revelan contenidos ocultos por las maneras tradicionales en que ordenamos o clasificamos la información; el ejemplo típico es el diccionario o la enciclopedia, subvertir ese orden sería una de las finalidades de estas, más que técnicas, estrategias al alcance de los productores. Así ha procedido Merla en estas obras, a cientos de imágenes obtenidas de revistas de todo tipo, comics, diagramas y láminas de enciclopedia, les ha dado un nuevo orden antes de desecharlas, esta y no otra, será la imagen que prevalecerá de todo el material que estuvo acumulando quizás por años.

Más me parece que el principal mérito de estos trabajos es que se trata de obras honestas, producto de la reflexión y una postura personal sobre su propio quehacer, evolución y asociación con los demás. Si su retiro voluntario fue muestra de su madurez como productor, esta exposición es el aviso de que ya se encuentra listo para regresar al circuito de las exposiciones, y qué  bueno que así sea pues se necesitan más productores de este tipo.
 
Publicado originalmente por Milenio Diario

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