martes, 21 de mayo de 2013

Del Noreste


Me parece que nada mejor merecido que el homenaje que se le pueda brindar a un productor y más en vida, que es cuando realmente puede sentir el respeto, el reconocimiento y el cobijo que una comunidad, su comunidad, le brinda a través de este acto. Así es que el pasado 15 de mayo fue inaugurada la muestra intitulada Paisaje en la piel, con la que la Pinacoteca de Nuevo León reconoce y celebra la longeva trayectoria de la maestra Saskia Juárez.

         Una exposición que me atrevo a decir que no debe dejar de verse, tanto por lo que dice Jorge García Murillo, curador de la muestra, de que se trata de un “Clásico” entre nuestros productores, como por otras lecciones que se pueden aprender del conjunto que aquí se presenta. Pero antes de lanzarse a la Pinacoteca o de rechazar la invitación, vale la pena reparar en las siguientes consideraciones. La primera de ellas tiene que ver con otra de las muchas acepciones que puede tener el término “clásico” entendido no sólo por lo modélico, sino también como algo que no se aparta o difiere de las reglas establecidas y aceptadas, en este caso las que provienen del “canon” con que operó la pintura que llamamos, precisamente, clásica.

         Una más se refiere al doble papel de Juárez como productora y maestra. Teniendo una trayectoria  de 32 años como docente de la Facultad de Artes Visuales de la UANL, sería de esperar que hubiera, en especial entre productores  contemporáneos, muchos más paisajistas de los que hay; el que no resulte de esta manera, certifica lo buena maestra que fue, pues enseñó a pintar, no a ser paisajistas, tentación en la que caen muchos maestros y alumnos también.

         Una última consideración entre otras, sería el citar el ambiente o parte del ambiente en que creció, ya de regreso a Nuevo León, la pintura de Saskia Juárez. Me refiero a que el apego de su obra al paisaje del noreste, a las montañas, poblados y rancherías que aparecen aquí y allá por la geografía del estado, va íntimamente ligado al despertar de una identidad que nos llevó a hablar de una cultura particular del noreste, una cultura definida desde  lo agreste del paisaje hasta la austeridad de la vida cotidiana, la inclinación por el trabajo y el respeto al esfuerzo, una cultura manifiesta en cierto tipo de arquitectura, y determinadas pinturas o formas de pintar, la de Juárez junto con la de Rodolfo Ríos (con quien guardó una estrecha amistad) a la cabeza. No sería exagerado decir que por las pinturas de Saskia Juárez y sus compañeros de andanzas, aprendimos a valorar y apreciar no sólo el paisaje que nos  rodea sino todo lo que se desprende a partir de ahí.

         Sin estas consideraciones es  inútil visitar la muestra pues puede resultar repetitiva y falta de emoción, sin ánimo de innovar (este último punto lo explica perfectamente García Murillo). No hace mucho pregunté a una nobel productora que también pinta paisajes, a qué se debían las formas que daba a sus montañas, nubes, vegetación, etc., la respuesta fue que así lo hace por pintarlos diferentes, a “su estilo”. La obra de Juárez no es producto de un capricho o del deseo por crear un estilo, es el resultado de emplear la pintura para comunicar una determinada interpretación de aquello que se le presenta a la vista, de aquello que ha de ser trabajado, re-presentado por la pintura. La diferencia entre una y otra respuesta, lo que las distancia, es un claro ejemplo de lo que fue la producción pictórica en su vertiente naturalista y lo que hoy día se espera de ella.

         Hay que visitar la exposición de Saskia Juárez pero con el afán de entenderla y apreciarla de acuerdo a sus circunstancia, en su contexto formal e histórico; esperar de ella valores inéditos, sorpresas formales o innovaciones técnicas, equivale a tampoco entender que esta —reconocer institucionalmente la trayectoria de los productores— es también una de las funciones que debe cumplir la Pinacoteca de Nuevo León, es decir, atender al amplio y variado horizonte en el que se manifiestan hoy día las artes visuales del estado.
 
Publicado originalmente por Milenio Diario
 

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