martes, 12 de julio de 2011

¿Nueva fotografía?


Lo que sigue aborda dos aspectos de la exposición, Re-Generation 2: Los fotógrafos de mañana, que se exhibe en la Fototeca o Centro de las Artes I del Parque Fundidora. La muestra, inaugurada el pasado 16 de junio, es el resultado de una iniciativa emprendida por el museo de la fotografía L’Elysée de Lausana, Suiza, con el apoyo de la organización Pro-Helvética y la colaboración de la fundación Aperture de Nueva York. Me detengo a mencionar estos datos para hacer notar que un proyecto de esta naturaleza sólo puede llevarse a cabo con la participación de diversas instituciones, pero también para hacer ver que la selección de los socios es la garantía del éxito que deseas obtener. Más de 700 portafolios fueron recibidos de 120 escuelas en las que se enseña, a nivel universitario, la práctica de la fotografía. De ahí se obtuvo esta muestra de 80 fotógrafos provenientes de 30 países (la mayoría son europeos, o mejor aún, pertenecientes a países centrales entre los que se cuelan los orientales, China, Japón, Corea).
Mi primer cometario pues,  es sobre el evento en sí mismo, ya que deja ver, por una parte, el interés que despierta la fotografía como para emprender empresas de este alcance (esta es la segunda versión de un evento similar llevado a cabo en el 2005), por lo que podemos decir hay un apetito internacional por ver fotografías. Y, de la mano de este interés o provocado por él mismo, la incorporación de la fotografía, de su enseñanza, a un gran número de carreras universitarias, especialmente las relacionadas con las artes visuales y la comunicación. Ambos aspectos, nos anuncian que la cultura contemporánea seguirá siendo preponderantemente visual. Un reto más para los países que no estamos en estas convocatorias, pues de no sumarnos a esta tendencia, a nuestros tradicionales rezagos habría que sumarles uno nuevo, el analfabetismo visual.
Mi segundo comentario tiene que ver con las preguntas que aparecen en la introducción a la muestra: ¿Qué hacen los fotógrafos del siglo XXI?, ¿Cómo ven el mundo?, ¿Qué tanto respetan la tradición y qué tanto la desarrollan o la rechazan? Antes de contestar aclaro que la muestra es impecable, no tiene desperdicio, y aunque se pueda decir que hay temas manidos, las diferencias son más bien de gusto o preferencias, ya que por lo demás, todas las piezas son correctas.
A pesar de lo anterior, no encuentro nada en esta exhibición que me haga pensar en los fotógrafos del siglo XXI salvo la edad en que se dan a conocer. Es decir, no distingo una manera diferente de mirar al mundo, ni de representarlo, por lo que no tiene sentido plantearse estas preguntas, puesto que todos trabajan dentro de la tradición. Los recursos digitales que aparecen como hongos tampoco aportan esa nueva manera de contemplar al mundo. Me parece que, unos más otros menos, todos continúan preocupados por los mismos temas que la fotografía provocó desde su aparición, la identidad, la relación ficción-realidad, la oposición documental-creación, espontaneidad-construcción, etc. Lo que quiere decir que aún no hemos resuelto las muchas preguntas que vienen de la mano con la práctica de este medio y de su circulación masiva.
Hubo sí, dos piezas que llamaron mi atención en este sentido, la primera de ellas es la Cortina (2009) de la alemana Daniela Friebel, una impresión a tamaño natural pegada directamente sobre el panel, lo que causa la confusión entre lo real y su representación, y las piezas (2006) de la sueca El Yafi, que tratan sobre la relación entre imagen y texto y su capacidad de representación como medios de comunicación.
Fuera lo que fuera, creo que esta es una muestra que debería mantenerse más allá de agosto para que un mayor número de estudiantes universitarios tenga oportunidad de verla, pues tarde o temprano estos jóvenes fotógrafos serán contra los que tendrán que competir los nuestros por los trabajos del mañana.
 Publicado originalmente por Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com


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