Henry William Bunbury (1750-1811). A Family Piece. 1781
Tengo la impresión de que en ciertos campos, que por cierto no son los del arte de los circuitos comerciales, hay una especie de renacer de la ilustración, tendencia que se manifiesta, según lo entiendo por el hartazgo de la pintura y sus limitaciones formales, como por la necesidad de desarrollar narrativas basadas en la visualidad, o simplemente narrativas visuales como formas privilegiadas de comunicación global. Así pues, a partir de hoy y hasta el próximo lunes, las entregas diarias las estaremos dedicando a la ilustración. Quizás la época dorada de esta manifestación, previa al siglo XX, lo haya sido la transición entre los siglos XVIII y XIX, no sólo por el advenimiento de la prensa diaria, sino también por el ejercicio de la crítica social y política, preámbulo de la sociedad moderna. El cruce entre las necesidades de la prensa y la práctica de la crítica da lugar a la caricatura política o de crítica social y con ello se abren las puertas para nuevas aplicaciones de la ilustración gráfica.
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