Ilustración de la consciencia y su relación
con el cosmos, según el alquimista
Robert Fludd (s. XVII)
Interesante la imagen que presenta en este momento el museo
MARCO de esta ciudad. A través de sus salas de la planta alta podemos viajar
del pasado al futuro, y ahora por la sala 5 del piso de abajo, se puede
transitar del macro-cosmos al micro pasando por el meso-cosmos, y no, no es que
este lugar se haya convertido en museo de ciencia o tecnología, sino que como
bien se explica al arte nunca ha estado ajeno a la ciencia, y el contemporáneo
no tiene por qué ser la excepción, tal y como se demuestra a través de las
exposiciones citadas, El Mañana ya estuvo
aquí, de la que nos ocupado en otra ocasión y ahora esta, Mesocosmos, abierta al público a partir
del 14 del presente.
La idea de
este meso-cosmos no es nueva, incluso es previa a cualquier otra concepción
pues implica la autoconciencia de la escala humana y lo que la rodea; a partir
de este entendimiento se ha ido construyendo el conocimiento y la imagen de lo
muy grande, el macro-cosmos, que implica nuestro lugar en el universo, y de lo
muy pequeño, el micro-universo, que nos ha llevado a la comprensión de la
materia que, a su vez, está conectada con el macro-cosmos. En otras palabras,
el meso-cosmos es el espacio intermedio entre nuestras ideas y saberes de lo
macro y de lo micro, es el lugar desde el cual el hombre se comprende a sí
mismo en relación a lo que lo rodea por dentro y por fuera de su propio cuerpo.
Y en todo este proceso, desde el darnos cuenta del sitio que ocupamos en la
creación hasta el conocimiento y formulación de las leyes de la mecánica
universal y/o de la física cuántica, el arte ha prestado a la ciencia y sus
antecesores, las herramientas necesarias para poder materializar sus ideas así
como para difundirlas, para darlas a conocer.
Mas también
hay otra u otras formas en que el arte se relaciona con el conocimiento
científico o pre-científico, una de ellas es por medio de su aplicación
práctica, pero la que en este momento me interesa mencionar es aquella, en la
que sin desearlo o buscarlo conscientemente, este conocimiento se manifiesta en
la obra de los artistas. No es ningún secreto decir, por ejemplo, que buena
parte del arte abstracto, de su desarrollo, se debe a los conocimientos que se
estaban generando en ese mismo momento acerca del átomo y la teoría de la
relatividad. Así, los 5 productores que participan en esta muestra, están
influidos no por la idea particular del meso-cosmos, sino por la difusión
científica que muestra, lo mismo, los secretos del universo que los encerrados
en las partículas subatómicas, información que se manifiesta de una u otra
manera en las formas que adquiere su trabajo o bien su presentación. No quiero
decir que, por ejemplificar, las fotografías de Dorfsman tengan algo que ver
con las de tejidos y células, sino que al decidir qué tomar, dónde editar, cómo
presentar, se ve influido por lo que todos, como hombres y mujeres de esta
época, sabemos de esos temas.
Aníbal
Catalán, Alex Dorfsman, Francisco Larios, Mauricio Limón y Thomas Glassford,
son los cinco productores convocados para mostrar cómo desde el meso-cosmos
imaginamos a los otros dos. Lo que no es muy claro para mi es hasta qué punto
la obra expuesta es simplemente una ilustración de estos conceptos o realmente
son una representación del macro y micro-cosmos. Mucho hubiera ayudado a
resolver esta cuestión el que en lugar de citas a Carl Sagan, Goethe o Stephen
Hawking, tuviéramos acceso a lo que Galssford o Limón, por mencionar dos
nombres, piensan sobre las estrellas y los remotos soles que alumbran otras
tierras.
Mesocosmos, es, por otra parte, una
exhibición que pudiera considerarse modesta en cuanto al número de productores
y obras que presenta (24 piezas únicamente) pero esta parvedad la compensa con
un muy buen montaje, limpio, sobrio, y una correcta y puntual selección de obras
que permitirá que sea quién sea el público que se acerque a verla, entienda,
sin lugar a dudas, qué es lo que le plantea la exposición, cómo lo hace y a
través de qué, es decir, todo lo que uno puede y debe exigirle a una muestra
como esta o cualquier otra.
Publicado originalmente por Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com
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