lunes, 18 de marzo de 2013

Los retratos que veo

  

Comienzo diciendo que, al momento, el trabajo fotográfico de Ivonne Venegas me parece curioso, lo que quiere decir que no tengo un postura definitiva ante él, no sé, ni puedo decir, si es bueno o malo por lo que espero estas líneas me (nos) ayuden a aclarar o definir un juicio sobre su quehacer (es obvio que entre lo visto en esta exhibición y otras oportunidades hay piezas que me gustan más que otras, así como algunas que me parecen terriblemente malas. El balance entre unas y otras, la suma de lo que le conozco, debería, idealmente, definir o dar por resultado una sola apreciación, cosa que aún no consigo. Otro aspecto a considerar: con la intervención de los curadores, es difícil saber de quién es el gusto, las preferencias, la selección que ves, pues quizás lejos está de ser lo que el autor hubiera presentado bajo otras circunstancias. Así, al decir que el trabajo de la Venegas es bueno o malo, posiblemente lo que esté diciendo es que sus curadores, con la muestra que presentan, son los buenos o malos).

         Nunca será más joven que este día, es el título bajo el cual a partir del 7 del presente, Ivonne Venegas exhibe seis de sus proyectos fotográficos en la Fototeca de Nuevo  León: Las   novias más hermosas de Baja   California, Retratos desde Tijuana,   El tiempo que pasamos juntas,   Inédito, Ma. Elvia de Hank, y  Gestus,  entre todos cubren un panorama de trabajo de más menos 15 años.        

Todos los interesados o no en el retrato, pero sí en la fotografía hemos leído a Pierre Bourdieu, por  lo que me saltaré la teoría  sociológica del acuerdo entre quien  fotografía y el fotografiado así como  los rituales de identidad y  pertenencia a los que nos  sometemos unos y otros por medio  de la fotografía. Sólo anoto una  anécdota. Antes de entrar a la  Fototeca, en los jardines  del Parque  Fundidora, veo que  están  fotografiando a unos novios  ante el  regocijo de amistades y familiares,  lo mismo con que me toparé en el  trabajo de Venegas. Luego entonces  sí que hay códigos a través de los cuales nos adscribimos a una u otra clase  social y para hacerlo la fotografía  presta un servicio insuperable; pero también significa que ésta, la fotografía, ha  logrado transformar a tal grado nuestra conducta individual y social, que lo que antes era atípico hoy día es común, lo que resta fuerza a algunos de  los proyectos de Venegas, pues descubren lo que ya todos conocemos.

         Quizás uno de los aspectos más interesante de su trabajo esté contenido en una observación de Alfonso Morales al decir que ha  encontrado su singularidad en los  tiempos muertos, en las miradas  oblicuas, en el lapso y las  actividades que se dan entre toma y toma. Como ese tiempo ya no es el tiempo de la pose, del modelado, entonces la imagen aparece como descuidada, o mejor dicho, como espontánea, no está centrada, no es la mejor composición, no es la más evidente, y sin embargo hay algo en ella que deja entrever lo que no se muestra ni en ellas ni en las fotos “oficiales”, lo que ni el retratado ni el fotógrafo sabe qué aparecerá al final. Estas imágenes están llenas de tensión, de nervio, son como evasivas, al vuelo, casi temerosas de haber sido tomadas.    

Me parece que Ivonne Venegas reconoce esta lección y por ello pone en marcha el último de sus proyectos, Gestus. Por lo mostrado y el procedimiento que explica para la obtención de estos retratos, la idea es producirlos bajo esos puntos de fuga —como los llama Morales— a fin de hacer uso de esa fricción que surge entre lo espontáneo, lo natural y lo posado, lo actuado.

         Por lo general, al hablar del retrato se dice que la práctica entera pude resumirse en un intento por hacer de la realidad una ficción, la que se sueña vivir. A mí me parece que es al revés, no sólo el retrato sino la fotografía construida en general es un intento por volver una ficción realidad, la realidad que podemos observar única y exclusivamente en el retrato tomado, montado y mostrado en la  sala de la casa o en un apartado de  la cartera.
 
Publicado originalmente por Milenio Diario
 


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