A pesar de todo, la arquitectura continúa siendo la más honesta de todas las manifestaciones artísticas en cuanto que siempre es pública, nunca puede esconderse de la vista de los demás y al ser observada revela, muchas veces, más de lo que quisiera. Un país, una comunidad, puede ser rica en recursos naturales, éstos pueden ser los más solicitados, los más demandados, los más necesitados en todo el mundo, pero mientras estos recursos no se traduzcan en un beneficio material para los pobladores de esa comunidad o país, seguirá imperando la pobreza. Y una manera de medir la riqueza y el beneficio material es por medio de la arquitectura, nunca encontraremos una arquitectura de marca es una comunidad pobre. Si es verdad que somos una economía emergente, que somos una democracia, que existe una política social en el sector público pero también en el privada, entonces deberíamos tener una mejor arquitectura en nuestras ciudades y no nada más en los sitios de moda, en aquellos que tratan de hacer de la arquitectura un práctica artística privada.
(Imagen: blogs.laprensagrafica.com)
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