viernes, 30 de septiembre de 2011

Suma 1+2

Ruth Rodríguez. Times Square con Holga. 2010

Quizás sea el medio, quizás la ciudad, quizás la época, pero lo cierto es que por fortuna en Monterrey hay una buena cantidad de mujeres que se dedican a la fotografía. Un número considerable de ellas con bastante acierto.


jueves, 29 de septiembre de 2011

Suma 1+1

Eduardo González. Convento de  San Andrés apóstol.
Epazoyucan. Hidalgo. 1983

El convento es un excelente ejemplo de lo que fue la arquitectura monacal del siglo XVI mexicano. Se trata de un curioso ejemplo que fue iniciado por los franciscanos y culminado por los agustinos, por lo que la huella de ambas órdenes es patente en la distribución espacial del convento, pero sobretodo lleva impresa en todas sus formas la mano de obra indígena, que para el momento en que empezó a edificarse, su conocimiento en y de la construcción occidental era muy incipiente.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Suma 1+0

Clarissa Collenzi. Sín título. 2002

A partir de este día y por una semana, estaré subiendo a esta página el trabajo de fotógrafos de Monterrey. Procuraré presentar a los que, según creo, son menos conocidos o tienen menor difusión por las razones que fueren. No son ni mejores ni peores que sus colegas mejor promocionados, simplemente no están en el tocadero como algunos otros. Esto tampoco quiere decir que sea mi intención proponerlos como valores desconocidos o productores a los que hay que seguir y apostar por su quehacer, simplemente me he dejado guiar por qué tanto sé o no de ellos. Así pues también el comentario si lo hay, será breve y dennotativo, nunca valorativo. Empecemos pues con esta nativa de Bolonia, Italia, avencindada en Monterrey, México hace ya un buen tiempo.

martes, 27 de septiembre de 2011

Juntar no es sumar

Hace menos de una semana, el día 21, Arte, A.C. abrió al público la muestra Fotografía ’11, con la participación de once fotógrafos quienes exhiben 19 piezas y una instalación (Raúl Pomares). Como siempre, hablar de que faltan nombres, de que hubieran sido más (o menos), de por qué se invitó a estos y no a otros, sale sobrando; esta es la muestra que se presenta y así tal cual, debe ser considerada, no teniendo en mente los hubieras, que, en verdad, nunca ni se cumplen ni dejarían a todos satisfechos.
            Aclarado lo anterior, podemos decir que así como en la exposición Soporte papel del mismo Arte, A.C., la combinación de nombres que en principio parecía improvisada, resultó que como conjunto tenía sentido o formaba salón, en este caso, juntar a estos productores no tuvo el mismo efecto y el balance está lejos de sumar a favor de la exposición. Quizás el problema radica, precisamente en eso, en haber confundido una lista de nombres, con reunir a una serie de productores baja una misma idea.  Quiero decir, la anterior exposición cuajó porque  todas  las  obras tenían que ver con el soporte papel, en tanto que en la  presente no hay nada en común entre las obras, sus autores e incluso sus declaraciones.
            Me parece que Monterrey  ya cuenta con una nómina nada  despreciable de fotógrafos que, directa o indirectamente, hacen  de y con este medio su profesión (no hablo de los miles de  aficionados, ni de los estudiantes  que empiezan a incursionar en exposiciones colectivas, ni de algunos productores que eventualmente se valen de la fotografía para un proyecto u obra en particular; hablo, pues, de los fotógrafos-fotógrafos), de hecho, en más de una ocasión he mencionado que sería deseable contar con una galería dedicada exclusivamente a la fotografía, o a que se definiera más claramente un mercado para este tipo de obra, etc. Pero esta nómina, como sucede con la de artes plásticas, está formada por nombres de distintas generaciones (cada generación tiene, entre otras cosas, una preparación, unas expectativas y una proyección diferente a las otras), así como por distintos usos, aplicaciones y aproximaciones a las funciones de la fotografía, de tal suerte que se crea una distancia que media, por ejemplo, entre Luz del Carmen Sepúlveda y Javier Orozco o entre Erick Estrada y Luz María Valés. No hablo de que unos sean mejores que otros, ni que su trabajo en lo individual posea más o menos valor, sino que son como polos opuestos por su acercamiento a la fotografía. Para reunirlos se necesita de algo más que estar en una colectiva, caso contrario esos polos, como sucede en verdad, se repelen.
            Las diferencia entre estas visiones, posturas y concepciones se hacen evidentes, incluso, en el texto que cada fotógrafo presentó y que en unos casos se refiere a una visión personal de la fotografía, en otros al proyecto que exhiben, o bien en una descripción de la imagen que vemos. Así pues no son lo mismo los textos de Alejandro Cartagena o Heriberto García, que los de Joaquín Garzafox o Clarisa Collenzi, no porque unos sean mejores que otros, sino porque se trata de distancias, diferencias, aproximaciones disímbolas tanto formales, como teóricas y de contenido.
            Así como he dicho que hay una nómina importante de fotógrafos en la ciudad, también apunto a que hacen falta no sólo espacios en donde puedan presentarse, sino también más exposiciones que los reúnan. Fuera del Salón de la Fotografía organizado por la Fototeca del estado, que tiene por objeto mostrar lo que se está haciendo, las demás muestras debieran plantearse objetivos claros y precisos, finalidades explícitas de por qué y para qué hacer una exposición de este tipo, sólo de esta manera, podríamos evitar, creo, encuentros estériles que aportan poco al conocimiento y apreciación del quehacer fotográfico de la ciudad, que sin duda, es rico y variado.

Publicado originalmente en Milenio Diario.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Terapia 6


Iniciamos la semana que hoy llega a su fin, presentando el uso de la fotografía como un medio para registrar los pasos seguidos en la terapia con que son tratados, por ejemplo, los adictos a cualquier tipo de droga. Semejante es el proyecto elaborado por Jessica Dimmock, The Ninth Floor, estrujante ensayo de una comunidad de jóvenes drogadictos que comparten el noveno piso de un edificio en Nueva York. El día a día, las comidas, los pleitos, las parejas, los que caen enfermos, son registrados por la cámara de Dimmock. No hay uso de la fotografía como parte de una cura, no hay fotografías para la autoexpiación, no hay fotografías para pedir ayuda, hay fotografías simplemente como registro de una terrible enfermedad que no tiene remedio y que amenaza con acabar a lo mejor de cualquier sociedad, su juventud.



domingo, 25 de septiembre de 2011

Terapia 5


El ejemplo que presentamos tiene que ver con una postura personal y el empleo de la fotografia como documento pero también como autoexpiación. A partir que se le diagnosticó esclerosis múltiple Pedro Tzontémoc se dio a la tarea de recorrer cuantas alternativas podía tener para encontrar la cura a su mal. De los médicos alópatas a los hueseros, chamanes, espiritistas y demás personal que conforma el panorama de la medicina contemporánea en una ciudad como la de México. El proyecto titulado LocuraLocúraLocura se ha transformado en un libro que permite seguir las experiencia y la suerte del fotógrafo.



sábado, 24 de septiembre de 2011

Terapia 4

César Ramírez. Buscando la vida. 1994/1999

El proyecto emprendido por César Ramírez entre 1994 y 1999 con mujeres mixtecas  migrantes, está relacionado con el estudio antropológico contemporáneo, pero también con esa necesidad de dar voz, rostro e imagen a comunidades que se encuentran en riesgo o son de riesgo; forman parte importante de nuestra cultural nacional misma que, por desgracia, ante fenómenos como el de la migración poco a poco se va desgarrando.

(Imagen: www.cdi.gob.mx)

viernes, 23 de septiembre de 2011

Terapia 3

Interna. Los hornos en la Plata. Buenos Aires, Argentina. s/f

Entre las comunidades en/de riesgo, las mujeres encarceladas forman un grupo del que poco se habla, del poco se sabe, del que nadie quiere saber más que lo esencial. Proyectos emprendidos por personas como María Isabel de Gracia, una de cuyas fotografías vemos aquí, consistente en llevar talleres de fotografía a las reclusas tanto como un oficio que aprender, como parte de las terapias ocupacionales que ocasionalmente se les brinda a estas mujeres, revelan los sinsabores de una vida limitada, acotada, miserable la más de las veces, a la que la sociedad debiera prestar mayor atención.

(Imagen: www.mamuga.com)

jueves, 22 de septiembre de 2011

Terapia 2



Importante por la gravedad de la afección, por lo extendido de ella y por las vías de contagio, el VIH o SIDA reúne a una de las comunidades de riesgo que requieren de mayor apoyo y difusión. Proyectos como el de FotogrÁfrica, Vidas alrrededor del Sida, de la organización Médicos del mundo (la imagen que aquí aparece es la empleada en el tríptico de la muestra), son un excelente ejemplo de cómo la fotografía puede ayudar en estas tareas, y cómo es que por medio de ella se puede llegar a sensibilizar un público que por lo general no está al tanto de estos temas o prefiere ignorarlos.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Terapia 1

Cristina Nuñez. Autorretrato (ex adicta a la heroina). s/f

Las posibilidades que da la fotografía de exploración y expresión, permiten su aplicación en múltiples situaciones. Su uso terapeútico es moneda corriente en muchos países, en especial con aquellos pacientes con los que es difícil establecer comunicación constante, fluida y coherente; dígase lo mismo en comunidades de/en riesgo que hallan en este medio el instruumento necesario para dar a conocer su punto de vista, sus sensaciones, sus ideas. A partir de hoy y a lo largo de la semana estaremos presentando esta clase de trabajos, en los que muchas veces cualquier comentario sale sobrando.

martes, 20 de septiembre de 2011

La mirada visible


Desde el pasado día 14, el Centro de las Artes I, presenta una de las muestras más interesantes en lo que va del año, La mirada invisible. Colectiva internacional de fotógrafos ciegos, compuesta por el trabajo de 15 fotógrafos de los Estados Unidos, Escocia, Francia, Eslovenia y México.
            Antes de continuar conviene aclarar que las primeras experiencias con este tipo de fotografía se remontan, como mínimo, a los años ochenta del siglo pasado para extenderse rápidamente por todo el mundo, incluido nuestro país que en muchos sentidos fue pionero en esta práctica, precisamente a partir de la obra de Gerardo Nigenda (que aquí se presenta) y el trabajo que realizó en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo de la ciudad de Oaxaca.
            El interés pues que despierta esta muestra es múltiple y va de la curiosidad por ver cómo son las fotografías tomadas por invidentes, hasta cuestiones más teóricas como las que aquí trataré de plantear. Entiendo el sentido que se le quiere dar a la muestra con el título que lleva, pero me parece que la mirada presente en la exhibición es todo menos invisible, creo, al contrario, que ese es uno de sus méritos, haber permitido hacer visible lo que este grupo de personas ve, o concibe como su visión por medio de la fotografía.
Los trabajos expuestos se reúnen en tres grupos: aquel en que se encuentran las imágenes  que se construyen con lo que se imaginan; los que surgen de lo poco que alcanzan a percibir; y aquellos que se ejecutan con el fin de mejorar lo que logran ver. De acuerdo a ello me parece que la exposición tiene más que ver con la ceguera y los problemas de la visión-percepción-concepción de la realidad, que con la fotografía, con lo cual no pretendo restarle validez, sino por el contrario, intento situarla en el campo en que debe darse su discusión y análisis. Son pues los especialistas en oftalmología, psicología, neurofisiología y filosofía, los que deben encontrar en estas imágenes material que permita entender mejor cómo funcionan, se complementan y suplen entre sí los sentidos y dan paso a la relación que establecemos con el exterior.
            Desde el punto de vista de la fotografía, me parece que hay que considerar varios hechos. Por ejemplo, entre los productores que aquí muestran su obra, prevalecen los que tienen estudios de arte y los que han estudiado profesionalmente fotografía (antes o después de perder la vista), así como aquellos que no son invidentes de nacimiento. Lo anterior y las imágenes expuestas me lleva a preguntar hasta qué punto fotografiar se ha convertido en una práctica ya definida con muy poco o ningún espacio para la experimentación. Igualmente me pregunto si no es que el aparato fotográfico, la cámara, igualmente impone una serie de límites o posibilidades dentro de las cuales se puede hacer una fotografía; así no importaría si fueras vidente o no, ya que el resultado sería similar toda vez su obtención dependería del mismo aparato y de una operación semejante del mismo.
            Esto no quiere decir que estas piezas carezcan de interés o valor como fotografías, hay buenos ejemplos sin lugar a dudas, pero quedan enmarcados dentro de lo que se podría ver en cualquier otra muestra.
            En resumen, exposiciones como esta o las que se arman a partir de los trabajos fotográficos de comunidades de riesgo o en peligro (mujeres golpeadas; drogadictos; esquizofrénicos; niños de la calle, etc.) nos permiten entender de qué manera se percibe eso que llamamos realidad y darnos cuenta de que no hay una, sino muchas, tantas según sea el punto de vista que se ejerza. Pero, por lo general, desde lo estrictamente fotográfico es poco lo que aportan, puesto que su cercamiento al medio tiene muy poco que ver con un interés particular en él, quizás en otro momento podría haberse usado la pintura o, tal vez, como ya se está empleando, el video, pues su necesidad es de expresión, no de hacer fotografías.

Publicado originalmente en Milenio Diario.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Mirada técnica 6

DaDeco Restaurant. Vancouver, Can. Polaroid. 2007

La Polaroid es el resultado de dos procesos que se fueron desarrollando en paralelo, la automatización o sea el que captura, revelado e impresión tengan lugar sin la intervención humana y la instrumentación que es su consecuencia, es decir, el uso  de instrumentos con los que se substituye, igualmente, la acción del hombre en cualquiera de los pasos necesarios para la obtención de una imagen. Sin llegar a ser tan usada como otros procesos, los de Kodak por ejemplo, la Polaroid podría encabezar un segundo renacimiento en la popularización de la fotografía, además de ser el antecedente inmediato de la imagen digital, en cuanto que la toma y la visión del resutado se dan prácticamente al mismo tiempo y sin la participación de un laboratorio, o mejor dicho, son similares ya que en ambos casos de trata de una acción en donde no hay que esperar entre uno y otro momento, ni contar con la participación de un tercero para obtener una imagen permanente. Esta facilidad unida a la bizarra apariencia que se obtiene mediante su uso e incluso su manipulación, convirtieron a la Polaroid, en manos de algunos productores, en un verdadero campo experimental.




domingo, 18 de septiembre de 2011

Mirada técnica 5

Catalina de la Cruz. Bi.horizonte. Goma bicromatada. s/f

Uno de los procesos más populares en la impresión de imágenes es la llamada goma bicromatada, quizás la que ofrece más flexibilidad y mayor número de posibilidades de uso. Durante fines del siglo XIX y principios del XX fue muy demandada entre los fotógrafos pictorialistas especialmente por prestarse a ser trabajada con acuarela u otros pigmentos diluidos en agua. A pesar de ser complicada su aplicación, una vez que se conoce y se logra dominar se convierte en un valioso recurso quizás más cercano a la gráfica que a la fotografía.

(Imagen:emulsionesfotograficas.blogspot.com)

sábado, 17 de septiembre de 2011

Mirada técnica 4

Maca. Casas. Valaparaiso, Chile. Cianotipo. Impresión contemporánea.

Interesante en verdad es darse cuenta de cómo a partir del momento en que se da a conocer públicamente el Daguerrotipo, le siguen de inmediato un montón de otros procesos que igualmente pudieran haberse llevado el crédito que Daguerre les robó para siempre. Esto lo único que quiere decir es que la fotografía fue un proceso sobre el cual estaban trabajando simultáneamene en diversas partes del mundo por lo que tarde o temprano debía "descubrirse". Uno de estos procesos es la cianotipia,  técnica característica por el intenso color azul con el que se imprime. Uno de los usos que le permitió sobrevivir más o menos activa fueron las copias de las plantas arquitectónicas que durante años fueron monocromas, es decir azules. Una curiosidad como otras tantas que sólo como eso, como curiosidades, logran seguir siendo practicadas.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Mirada técnica 3

Flores 2. Daguerrotipo. 2002

Si vamos a  presentar procesos técnicos a partir de los cuales es posible capturar e imprimir imágenes de las llamadas fotográficas, el Daguerrotipo no puede faltar, no sólo por ser la primera de estas técnicas (aunque su originalidad siempre cause polémica),la que hizo se estableciera el nacimiento oficial de este medio, sino porque su proceso y el resultado al que se llega, efectivamente, conserva la famosa aura que Benjamín echará de menos en el resto de las fotografías. Su uso en la actualidad, en algunos casos, está orientado en este sentido, su límite si así quiere verse, es que se trata de imágenes únicas imposibles de reproducir lo que incluso contradice su mismo estatuto como fotografías. Aquí un Dagerrotipo del argentino Carlos Dario Albornoz, uno de los muchos fotógrafos que se dedican a la preservación, producción y difusión de estas técnicas.

(Imagen: www.newdags.com)

jueves, 15 de septiembre de 2011

Mirada técnica 2

Paul Strand. Techos y graneros, Louisville, Quebec.
Plata sobre gelatina. 1936

Con mucho, desde que se estabilizaron los procesos para negativar e imprimir fotografías, la Plata sobre Gelatina, fue la técnica más popular. La mayor parte de las imágenes fotográficas que conocemos, lo mismo las más famosas que las del álbum familiar, fueron producidas bajo esta técnica, y así lo fue hasta el advenimiento y masificación de las imágenes digitales y los procesos electrónicos de impresión. Y aunque aún hay amantes fieles de esta técnica, cada día que pasa, se acerca más a ser cosa del pasado al igual que otros procesos que iremos hacer desfilar por esta página durante esta semana.

(Imagen: www.sfmoma,org)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Mirada técnica 1

Cristina Kahlo. Retratos del danzón. Paladio Platino. 2007

A lo largo de esta semana estaremos presentando imágenes fotográficas obtenidas a partir de distintas técnicas. Es obvio que ninguna de ellas podrá ser apreciada en todo su esplendor por las limitaciones que representa pasar de uno a otro medio. Por ejemplo esta impresión en Paladio Platino de Cristina Kahlo, no puede apreciarse en aquello que precisamente le da el ser impresa a través de esta técnica. De cualquier manera, sirvan estas imágenes como simple recordatorio de los muchos procesos a partir de los cuales es posible fijar y hacer medianamente permamente una imagen.

martes, 13 de septiembre de 2011

De la ficción a la realidad


El pasado día 8 Drexel Proyectos abrió la muestra Laboratorio de ficciones de la fotógrafa Cristina Kahlo. Me he de referir a ella, por supuesto, pero también a un par de ideas que la propia Kahlo dio a conocer en una plática ante alumnos de la UDEM y que me parecen de primera importancia para el diálogo sobre la fotografía contemporánea.
Laboratorio de ficciones, está compuesta por 36 piezas de diversa procedencia, hay Platinos, Plata sobre Gelatina, Polaroids, fotografía digital, collages y arte objeto, que cubren el trabajo, entre otros proyectos, de cinco años. Kahlo explica que titular la exhibición con este nombre responde a una especie de homenaje que rinde al trabajo que se realiza, —el que hasta hace unos años  era indispensable e insustituible— en el laboratorio, lugar donde la imagen latente toma forma en verdad y literalmente revela la realidad con que fue impresionado el negativo, de ahí este amplio muestrario de quehaceres en este lugar.
La parte de las ficciones está presente a través de las referencias que hacen las imágenes de Kahlo a una geometría ficticia sólo imaginada, y la geometría real de la fotografía como objeto dentro de otro espacio igualmente ortogonal  (la arquitectura).
A las “ficciones” de Kahlo yo les agregaría la propia en el sentido de la realidad de la mirada que contempla estas imágenes. ¿Cuál de todas estas posibilidades es la que reproduce más fielmente la realidad de lo fotografiado? ¿Qué es más real la imagen que me ofrece la Polaroid o la de obtengo de la fotografía digital? ¿O será que todo es de acuerdo al color del cristal con que se mira? La realidad, entonces, no es más que una ficción que creo a partir de lo que observo, y jamás será lo mismo la realidad que me permite conocer la Polaroid que la que me reproduce el Platino.
En su plática, Kahlo habló de sus experiencias con la fotografía, cómo decidió ser fotógrafa y de las imágenes de su exposición. Al final entregó un cuestionario que viene aplicando para conocer qué tanto se imprimen hoy día las fotografías que se toman vía celulares y otros implementos digitales de comunicación. Según su apreciación, por curioso que resulte, hoy día prácticamente no se imprimen esas imágenes dejándolas a su suerte, en el mejor de los casos, convertidas en millones de pixeles o conviviendo en la nube, en el laberinto de la red, con un número ingente de otras imágenes verdaderamente virtuales.
Para Kahlo, la consecuencia de esta práctica o más bien de estar abandonando la práctica de imprimir las imágenes que se capturan tiene consecuencias serias pues en el futuro miles, millones, de esas imágenes jamás se conocerán, lo que lesionará la historia, la memoria individual y de grupo, por lo que invitó a que por lo menos una vez al mes se impriman dos o tres de las imágenes capturadas.
La segunda idea que Kahlo compartió con los alumnos fue la de trabajar a partir de proyectos. La producción de imágenes se ha vuelto hoy día cotidiana, pero hacer que esas imágenes tengan un sentido, un orden y una intención más allá de la coyuntura del momento o la motivación personal de ese instante, no es fácil, requiere práctica, requiere conocimiento, requiere tener qué decir y para qué. Este tener qué decir puede ser tan simple como querer enseñar nuestra idea de belleza, extrañeza o exoticidad; o señalar aquello que vale la pena preservar, hasta discursos más complejos como podrían ser los proyectos de denuncia social.
Dos últimos comentarios. El espacio de Drexel Proyectos empieza a ser conocido y reconocido como el destinado para la exposición de fotografías, ojalá y siga por este camino y llegue a convertirse en una referencia para la ciudad.
Si se me pidiera que calificara la exposición y visita de Cristina Kahlo a Monterrey, sin dudarlo diría que es y fue una excelente muestra de todo lo que la fotografía puede y no puede llegar a ser.

Publicado originalmente por Milenio Diario

lunes, 12 de septiembre de 2011

Piedras (F)

Beverly Pepper. Carrara Curved Triangle. 2009

Los nuevos materiales provenientes de  los procesos industrializados, el acero, el vidrio, la cerámica, los plásticos, sedujeron rápidamente a los productores del siglo XX. No obstante hubo, hay, algunos que han permaneceido fieles a la tradición e historia de su medio por lo que buscan dar con las fomas que les permitan expresar la modernidad que viven; difícil tarea esta entre lo "duro" de la tradición y la flexiblidad de las necesidades actuales.

(Imagen: www.artnet.com)

domingo, 11 de septiembre de 2011

Piedras (E)

Ignacio Asúnsolo. Conjunto escultórico en el monumento a Alvaro Obregón.
1934-1935

Un excelente ejemplo de la llamada en México escultura de la Revolución que compartió espacios y créditos con las piezas que salían de las Escuelas de Escultura en Talla Directa. Asúnsolo, como Jesús Contreras, fue uno de esos escultores que habiéndose formado en Europa y bajo los canones de las escultura neoclásica o historicista, tuvo que ajustarse a las nuevas demandas sociales de un país que salía de una confrontación armada y tenía, entre otras qué hacer, que reconocer a sus héroes.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Piedras (D)

Jesús Contreras. Malgré Tout (A esar de todo). 1898?

Si no la mejor o más solicitada, sí la más famosa e interesante pieza del hidrocálido Jesús Contreras, la Malgré Tout, síntesis del romaticismo decadentista de fines del XIX. ¿A pesar de todo prevalece y se levanta una y otra vez la verdad, la belleza, la justicia? ¿O se trata de una representación visionaria de una futura liberación de la mujer a pesar de todo?

(Imagen: http//perroaullador.blobspot.com)

viernes, 9 de septiembre de 2011

Piedras (C)

Lee Lawrie. Iglesia de Sn. Vicente Ferrer. N.Y. 1918

Quizás Lee Lawrie sea uno de los escultores más prolíficos de los Estados Unidos y también uno de los más olvidados o con peor fortuna crítica, todo por haber sido fiel al estilo que en su momento era el dominante y al que él mismo contribuyó en su difusión, apreciación y demanda definitiva.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Piedras (B)

Isamu Noguchi. The White Gumas. 1946

Noguchi fue uno de tantos productores extranjeros, especialmente norteamericanos, que visitó y vivió por un tiempo en nuestro país, atraido por la difusión y resultados alcanzados por el arte post-revolucionario.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Piedras (A)

Constantin Brancusi. El beso. 1908

A partir de este día y a lo largo de la semana, estaremos presentando obras que hayan sido producidas sobre diferentes materiales pétreos.  A fin de no establecer ningún tipo de comparación limitaremos al mínimo los comentarios, lo cual, más de uno, estoy seguro, agradecerá.
(Imagen: www.usc.edu)

martes, 6 de septiembre de 2011

De piedra

Por regla general no escribo de exposiciones o proyectos en los que haya estado o esté involucrado, nunca falta quien te acuse de auto-promoción. Pero en este caso, como mi participación fue mínima y marginal, y porque creo vale la pena dar a conocer un par de observaciones, sí lo haré.
            Hace mucho me enseñó Jorge García Murillo que sobre una exposición se habla cuando te llena completamente o cuando no le encuentras nada, o sea, cuando tienes algo que decir sobre ella, nunca sobre las que te dejan indiferente.
            Igualmente, cuando hablamos de las muestras que nos colman nos detenemos para ponderar al productor y/o la obra, como si el éxito de lo que vemos dependiera exclusivamente de ellos, dejando fuera el comentario sobre algunos otros elementos que en definitiva contribuyen, y en ocasiones de manera decisiva, a la aceptación o rechazo que pueda tener la exhibición. Son de estos últimos de los que quisiera hablar en esta ocasión.
            He de referirme pues a la exposición La voz de mis manos del escultor Jorge Elizondo inaugurada el pasado 18 de agosto en el MARCO.
            Puesto que hay quienes mejor expresan la comunicación que les despierta el trabajo de Elizondo, yo enfatizaré en aquello que me parece no debiéramos perder de vista y que es fundamental para comprender no el trabajo, la obra, del productor sino todo lo que involucra el dedicarse a esta clase de tareas. Puede no gustarnos el trabajo de Elizondo, puede que él no sea de nuestro agrado, pero lo que nadie le puede echar en cara es que lo que hace, lo que ahora muestra en el MARCO, no sea el fruto de 30 años de quehacer ininterrumpido, de un trabajo agotador, demandante de un esfuerzo físico y mental importante, y con poco mercado; y si hoy se venden piezas como estas en la ciudad, se debe, sin dudarlo, a lo que ha producido pero también a la promoción que de este tipo de obra ha hecho el propio Elizondo.
            Estos 30 años de trabajo son importantes también porque nos hablan de la llegada a la madurez de una generación que decidió seguir la carrera de la producción artística a pesar de los pesares, cuando la ciudad apenas empezaba a asomarse e interesarse en serio en estos temas. Luego entonces, mucho de lo que hoy gozamos en este sentido se debe al esfuerzo y compromiso de Elizondo y la generación que se formó y creció con él. Una ciudad que puede hablar de que tiene por lo menos tres generaciones vivas conviviendo, no es cualquier ciudad, y su actividad cultural, tampoco puede ser cualquiera como para no reparar en ella.
            Mi segundo comentario tiene que ver con los elementos museográficos a través de los cuales se presenta el trabajo de Elizondo. Casi sin temor a equivocarme puedo afirmar que esta exposición es una de las que mejor museografía ha tenido el MARCO. Elisa Téllez y el equipo del propio museo, han hecho que el recorrido al que nos invita la exposición se convierta en una experiencia agradable e instructiva, en la que cada pieza luce los atributos que le son propios y la hacen relevante, en la que lo mismo apreciamos la transformación de las piedras que su génesis en el papel o a través de las maquetas. El trabajo realizado por Téllez entendió correctamente la relación entre el espacio de las salas y cada una de las piezas en exhibición y por medio del color, la iluminación y elementos museográficos (columnas y dinteles) creó el  ambiente necesario, el marco adecuado, para apreciar, analizar y hasta tocar las esculturas de Elizondo.
            Parece mentira que mientras el MARCO hace una serie de modificaciones para continuar con sus programas a pesar de las crisis financieras que todos padecemos, el gobierno del estado aplique una serie de recortes presupuestales al CONARTE, mismos que lo dejan prácticamente indefenso, en un momento en que la inversión en educación, cultura y deporte debiera ser la prioritaria, por ser algo que socialmente se ha vuelto urgente y necesario.

Publicado originalmente por MIlenio Diario

lunes, 5 de septiembre de 2011

Otro hoyo de aguja VI (el último)

Javier Sánchez. Sin título. 2009

Ya se trate de las imágenes estenopeicas que hemos revisado esta semana, de la llamada "lomografía" u "olgagrafiá", fotogramas simples o todas aquellas que se procesan por medios primitivos que se remontan a los albores de la fotografía, me parece tienen, todas, el mismo fin. Por un lado satisfacer esa necesidad de consumir imágenes que sólo se sacia por cantidad (que es lo que pasa con la mayoría de los consumidores) o por rareza, es decir, entre más extrañas sean las imágenes que se ofrecen más consumibles, más atractivas, resultaran para un número importante de consumidores. Pero por otro, tal vez como una derivación del anterior, está el deseo del productor, del creador de imágenes que a través de estos métodos imperfectos, deficientes, aberrantes, que alteran la visión "normal", buscan dar con aquellas imágenes que nos revelen algo más de lo que es la relación que sostenemos con eso tan variable, confuso y poco definido que llamamos realidad.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Otro hoyo de aguja V

Javier Beres. Xio. 2007

Existe una extraña relación entre la figura humana y la fotografía estenopeica. Obviamente no es el mismo efecto que provoca con las imágenes de paisaje o con los objetos, a todos estos los cubre con el velo de la nostalgia, como si viéramos el mundo a través de una lente que invariablemente nos remite al pasado (¿pero no toda fotografía es un recuerdo de lo pasado?). En el caso de la figura humana, no sólo le presta la distorsión provocada por la ausencia de lente, la corta profundidad de campo y lo indefinido del enfoque, sino que por los tiempos de exposición se permite que estas imágenes expresen algo más, quizás un halo de vida que le está negado a las demás imágenes. Sabemos, porque así lo hemos convenido, que las personas que vemos en las fotografías están, en su gran mayoría, vivas, pero, ¿hay una verdadera certeza de que sí lo estén, o de que realmente se trate de cuerpos humanos vivos? Los retratos estenopeicos o aquellas imágenes de este tipo en las que aparecen seres humanos parecen regresarnos esa seguridad, más bien reproducen formas fantasmales que nos hablan de la vida presente en esos cuerpos que quedan atrapados para siempre en la fotografía.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Otro hoyo de aguja IV

Del proyecto A dónde va la lluvia con niños de la calle de
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Acción social de Valeria Gallizo y Fernando Alta. 2010

Una de las gandes ventajas que tiene la fotografía estenopeica es su amplia adaptabilidad. Es tan sencillo fabricar una cámara obscura que prácticamente cualquier caja vacía funciona para tal fin (desde la caja de zapatos hasta la de cerillos, una lata, un bote de leche, de avena, un tubo, etc.), los papeles emulsionados o se hacen a mano o se compran y son relativamente baratos y más cuando se les puede dividir; con eso y una aguja para perforar la tapa y hacer el imprescindible hoyito por el cual pasará la luz, se tiene el equipo completo. Esta facilidad permite que se le pueda aplicar a todo tipo de situación, tan es así que se convierte en una herramienta ideal para abordar el trabajo social en comunidades de riesgo como pueden ser los niños de la calle. Darles un instrumento que pueden manipular a su antojo y con el cual se pueden expresar sin mayor censura, es abrirles una puerta hacia la exploración de su propia realidad y la comprensión de lo que los circunda; sienpre el ver las cosas "de fuera" ha sido un buen método terapéutico, que sirve, al menos temporalmente, para aliviar la tensión.
(Imagen: plataformaunidos.org)

viernes, 2 de septiembre de 2011

Otro hoyo de aguja III

Michita (Ma. Luisa Santos Cuéllar). Camión. 2008

Las imágenes, la fotografía, estenopeica, está fatalmente unida a la tecnología analógica, es decir, su captura e impresión depende del proceso negativo-positivo-proyección y por tanto están condenadas a su desaparición más temprano que tarde (a menos, claro está, que la producción de los materiales necesarios para la producción analógica se haga vía artesanal). Conforme fue avanzando y haciéndose más sofisticada la producción de películas y papeles, mejores imágenes se fueron reproduciendo y el caso que tratamos no es excepción; así pues fotografías estenopeicas no sólo las encontramos en B&N sino también, por la razón arriba dicha, en color. Es claro que la incorporación del color, como en todos los demás tipos de fotografía, añade un atractivo extra a las imágenes que se obtienen, pero también nos deja ver lo poco confiable que es su reproducción a través de esta tecnología, de ahí que mucha fotografía analógica siguiera produciéndose en B&N aún y cuando los procesos a color fueran haciéndose más confiables. Si las imágenes estenopeicas en B&N son nostálgicas, las qe se producen en color son fantasmales.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Otro hoyo de aguja II

Fernando Tognis. Anclao en la ensenada. Barra de Valizas, Uruguay. 2010

El mundo de las imágenes estenopeicas es, como el de cualquier otro tipo de imagen es este momento, ancho y a la alza. Uno no deja de sorprenderse de la variedad y riqueza de la imnvestigación y cantidad de imágenes producidas mediante este pobre y primitivo sistema. No obstante, me parece que al margen de la pulsión escópica que los humanos tenemos, las estenopeicas poseen un lugar muy especial. Contra las cuasi perfectas digitales, que logran captar y reproducir sobre albas superficies todo lo que cae delante y más allá de sus potentes lentes, estas, las estenopeicas, poseen en su imperfección, en su rudimentario proceso, en el tiempo que requiere su exposición, algo no sólo de nostálgico que es su rasgo más notable, sino de humano, en ese sentido se acercan más a la pintura o al dibujo que a la fotografía. Quizás si Benjamin las hubiera tenido prsesentes, se hubiera contenido al decir que las imágenes fotográficas carecen de aura; la reproducción de una cierta aura es precisamente lo que sostiene la práctica y consumo de las estenopeicas.