La pelea librada por la fotgrafía para ser incluida en el sacro terreno de las manifestaciones artísticas que venía librando prácticamente desde su presentación en público, irónicamente empezó a ceder por medio de las aportaciones hechas desde un campo del que nadie lo hubiera esperado. En efecto, gracias a que la fotografía se convirtió en el medio idóneo para que artistas como Bruce Nauman (1941- ), Nancy Holt (1938- ), Walter de María (1935- ) o Robert Smithson (1938-1973) pudieran dar a conocer y perpetuar (contradictoramente) las obras que en ese momento empezaban asombrar el mundo del arte, ésta -la fotografía- se empezó a ver con otros ojos y bajo otra perspectiva; sin ser ese su objetivo principal, estos artistas metieron la fotografia a las galerías de arte.
La imagen que aquí presentamos, de Bruce Nauman, Estudio para hologramas, de 1970 es un buen ejemplo de lo anterior. Así, no sólo se recurrió más y más a la fotografía como registro de acontecimientos y situaciones relacionadas con la práctica artística, sino que en las manos de esos mismos productores y otros más, sirvió de medio para experimentar nuevas formas de expresión. La fotografía, a partir de este momento, ganó la batalla, lo extraño es que muchos aún no se enteran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario