Jody Ake. Melissa, 2006
En un momento en que la imagen digital controla practicamente la producción de origen o naturaleza fotográfica en todos los medios que hacen uso de ella, hay un grupo creciente de productores de todo el mundo que, desde hace unos años, han empezado a retornar el uso de técnicas que se supone están más que rebasadas por imprácticas, imperfectas o limitadas. Tal es el caso de la imagen que aquí se muestra producida a partir del uso del colodión húmedo, una técnica desarrollada en 1851 y que supuso un gran adelanto para la fotografía al substituir definitivamente al daguerrotipo y el calotipo. ¿Por qué regresar a estas técnicas; qué pueden ofrecer hoy día? Ante la impresionante perfecciòn de la imagen digital, el humilde colodión nos recuerda, quizás, que detrás de la cámara hay un humano y frente a ella alguien de carne y hueso, algo tangible, perecedero, temporal e histórico como todos nosotros; la huella de algo tan evanescente como podría ser la humanidad es lo que quizás logran conservar estas imágenes, algo de la famosa aura que Benjamín echaba de menos en la fotgrafía, pero que concedía que en los daguerrotipos aún se podía detectar. Un viaje pues a la semilla como punto final a las imágenes que hemos seleccionado esta semana.
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