En principio soy de la opinión que no hay imagen ociosa o que no revele algún aspecto que sea interesante, importante, valioso, para otra persona. Todas las imágenes dicen algo y han sido producidas con una intención por más obscura que esta sea o incluso hasta inconsciente para su autor. Pero seamos críticos por un momento, y así como condenamos todas las acciones que nos han llevado a un estado de emergencia por el cambio climático, cuestionemos también la polución que vivimos en la iconosfera que nos rodea. No quiero parecer grosero u ofender gratuitamente pero veamos, por ejemplo, este proyecto de Henry Leutwyler, Neverland Lost. A portrait of Michael Jackson. Un trabajo realizado con base en las fotografías que logró tomar en el rancho Neverland en el 2009 de los muchos objetos que habían sido confeccionados exclusivamente para su dueño y que ahora se pondrían en subasta. Interesante, sin duda, revelador, por supuesto, una mirada a la intimidad de una figura pública que vista así podría hasta parecer enternecedora. Pero, ¿eso justifica, en este sucio y corrupto oceano de imágenes, lanzar estas más que muy probablemente lo único que harán será polucionar otro tanto? Sí el tema, su planeación y realización son importantes, pero ¿no hay ya suficientes imagénes de lo mismo como para producir nuevas, qué tan nuevas pueden ser, qué tanto pueden revelar que no hubiera sido ya puesto en evdencia, qué ganamos con esta nueva serie? Antes de emprender cualquier proyecto ¿no deberíamos ser más selectos, más estrictos, menos románticos, más fotógrafos y menos antropólogos o sociólogos?
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