Decía ayer que sin duda hay esfuerzos por tratar no sólo de hacer de la pintura un medio aún válido para la expresión contemporánea, sino simplememte por tratar de renovar sus recursos y procedimientos. No obstante, parecería que todo lo que se ofrece no tiene más que un presente y que ese tiempo lo mismo se extiende al pasado como a un hipotético futuro. Quiero decir, hay obras que se presentan hoy pero que provienen del pasado y aunque puedan presentar cierta fuerza, cierto sentido, es lo mismo de antes y será lo mismo mañana. Este, me parece es el drama de la pintura, porque además esa fue su finalidad por siglos: todas las pinturas en el fondo son lo mismo, pigmento llevado a una superficie de acuerdo a un esquema pre-figurado, pre-seleccionado, pre-establecido (naturalista, expresionista, surrealista, abstracto, etc.). ¿Qué lugar puede tener la innovación en un sistema que no la contiene desde sus inicios?
Imagen: Christppher Wood. Sín título. Serigrafía sobre lino. 2011.
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