jueves, 11 de abril de 2013

Cuevas, José Luis (b)

No estoy muy seguro de a quién poner a la cabeza de la lista, pero sí que en ella ocupa un lugar, y relevante, José Luis Cuevas. Estoy pensando en este fenómeno del siglo XX (quiero suponer que fue de ese siglo, aunque como sabemos hay antecedentes que se remontan, quizás hasta el XVIII) en dónde la personalidad del productor termina por ser más atractiva e incluso más importante, que la propia obra (lo que no quiere decir que ésta carezca de méritos). Lo cual sería una más de las consecuencias con las que hemos tenido que aprender a vivir después del "efecto van Gogh", quien, efectivamente, también aparecería en nuestra lista. Le siguen, por ejemplo, Salvador Dalí, un vanishing point en la lista lo sería Andy Warhol y uno de sus miembros más recientes Damien Hirst. Entre los mexicanos que acompañarían a Cuevas quizás Rivera o la Kahlo, sin duda Julio Galán. En todos ellos, me parece, junto al duende de las artes visuales cohabitaba el del teatro, lo interesante, en última instancia, es que impidieron que uno dominara al otro, con lo que aprendieron a que juntos, lo hacían mejor.
 
(Imagen: Staff NTX/ACE. www.fotosmexico.lainformacion.com)

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