En el mundo griego, ninguna de las que hoy día llamamos Bellas Artes tenía la capacidad de crear puesto que su fin era más bien la imitación, salvo un solo caso el de la Poiesis, que literalmente significa creación y que se traduce en el mundo latino como Poesía; en otras palabras, la única de las artes que podía crear y no sólo imitar, era la poesía, razón, entre otras, del por qué los poetas más celebrados eran tocados con la corona de laurel y eran reconocidos y apreciados en sus comunidades. En la imagen, la extraordinaria poetisa mexicana Rosario Castellanos, quien protagonizó como muchos otros productores de su época, el romance entre escritores -especialmente- y gobierno quien los ocupaba como funcionarios, y a fe de quienes vivieron esos tiempos heróicos los gobiernos en verdad eran otros.
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