La relación fotografía libro es tan vieja como el mismo logro de hacer permanentes las imágenes proyectadas por la cámara obscura, hasta podría decirse que el uno nació para el otro. Hoy día con todas las posibilidades que ofrecen los medios digitales, la producción de los llamados fotolibros es una de tantas posibilidades que existen para difundir la imagen fotográfica o postfotográfica; las página del libro se convierten en analogía de las paredes del museo o galería por lo que que contemplar un fotolibro, en cualquiera de sus versiones, se convierte en una experiencia similar a la de visitar una exposición. Esperemos que este año que inicia podamos ver más de estos trabajos lo mismo si se trata de versiones artesanales y privadas, que en tirajes comerciales de las editoriales dedicadas al tema de la fotografía; la idea es simpre contar con más alternativas tanto para los productores como para los espectadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario