Fotografía de Diana de la Garza, Going Home, de este 2012. Hace años, los fotógrafos eran celosos custodios de sus trabajos y tener acceso a ellos era, en algunas ocasiones, tarea titánica (razón por la que han llegado hasta nuestro días valiosos acervos, pienso, por ejemplo en Nacho López en el caso de´la capital y en el de Eugenio Espino Barros para el de Monterrey), hoy día, sin embargo, con la facilidad que se tiene para difundir el trabajo que se haga, ¿hasta que punto, el fotógrafo, es responsable de la preservación, de la conservación de sus obras, o este tema ha dejado de ser una preocupación para los productores? y más aún, ¿con esta practicidad, con esta rápida y eficaz difusión, se puede construir una carrera a largo plazo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario