viernes, 21 de septiembre de 2012

Día libre III


Es probable que sea el mismo paso del tiempo el que te lleva a modificar tus gustos y preferencias. No puedo negar que hoy día siento una especial atracción por bodegones y naturalezas muertas, sin duda influido por lo cercano que me es ahora su significado. De cualquier forma, si me atraen las pinturas de este género, en especial las del XVII y XVIII, más me gustan las imágenes fotográficas que retoman este motivo. El ejemplo que aquí vemos está tomado de una de las últimas series de Olivier Tomasini, Varieté Plurelle, del 2010, exhibiéndose actualmente en una galería de París, Francia. No estaría por demás llevar a cabo un análisis comparativo entre fotografías y pinturas de naturalezas muertas y/o de bodegones. Aparentemente es lo mismo, sin embargo, como ya lo he escrito en otra parte (incluso en este mismo espacio) la fotografía vuelve cacofónico el significado de estos temas, pues mucho más que cualquier pintura, la fotografía nos presenta lo que ya fue y jamás volverá a ser (Barthes dixit), es decir una acentuación extra de la idea acerca de lo ido, de lo perdido, de lo acabado, de lo fugaz, de la muerte.

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