Difícilmente encontraremos una persona más influyente en el mundo de la cultura contemporánea, aún en este momento, que el norteamericano Andy Warhol (1928-1987). Más conocido y publicitado por su obra, y de esta en especial por sus latas de sopas Campbell's y su relación con el Por Art, Warhol representa el ideal del productor contemporáneo que se sitúa más en el ámbito social que en el estrictamente artístico, y aunque no es su caso puesto que tuvo importantes contribuciones que hicieron posible el cambio de Moderno a Contemporáneo, para muchos productores actuales es más valioso aparecer en las páginas de sociales, incluidas las de escándalos del corazón, que en los libros de teoría del arte. Una forma de ser, de relacionarse, de promocionarse, de valerse de los medios, estar en todas partes y con todos y simultáneamente en ningún lado y con nadie, es parte de lo aportado por Warhol a nuestra cultura. Su misma ambigüedad sexual, su uso y abuso de las drogas, y el haber ideado nuevas formas de divertirse (las discotecas), son otras tantas de las actitudes que han ido dando forma a los hombres y mujeres de esta época, una forma que resulta totalmente inaprensible dentro de los cánones del Mundo Moderno. En la imagen, un excelente retrato de Warhol, un año antes de su muerte, de Robert Mapplethorpe, casi un doble del propio retratado, un ejemplo de cómo se fueron extendiendo estas nuevas formas de vida, sin proponérselo y sin tener consciencia plena de lo que estaban construyendo a futuro.
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