martes, 15 de junio de 2010

Ni tan complicado


   Me parece que a estas alturas del nuevo siglo ya se van haciendo evidentes una serie de respuestas o conductas que se fueron formando a lo largo de los últimos 150 años. Lo mismo podría decir de conocimientos que empezaron por ser conocidos y discutidos sólo por los especialistas y que, al cabo del tiempo, son ahora, si no del dominio totalmente público, sí del entender de una buena mayoría. Inicio con esta reflexión para referirme a un par de temas a los que están dedicadas estas líneas.
   La muestra de videos, La trama se complica, en exhibición desde el pasado 27 de mayo en el MARCO, abre con una anotación de Marcel Duchamp: “Son los espectadores quienes hacen la imagen.”, aludiendo a uno de los tópicos más influyentes del arte Moderno y Contemporáneo, la necesaria participación del “vidente” para que se genere el fenómeno del arte. Pero además tiene implicaciones con otra clase de eventos, desde la sola percepción hasta la construcción de la realidad según se “ve” el mundo que se habita o con el que se interactúa. Es pues, una observación clave que permite un acercamiento distinto a la apreciación del arte actual, y que, afortunadamente, según lo veo y he dicho líneas atrás, ha logrado permear entre especialistas, estudiantes, coleccionistas y hasta una parte, nada despreciable, del público. En otras palabras, lo que Duchamp ¬ apunta —y muchos otros antes y después de él —y que en su momento conmocionó las estructuras mismas de la institución Arte, hoy día, es un saber imprescindible para apreciar el arte que se produce desde la segunda década del siglo pasado.
   Este conocimiento, con el correr del tiempo y en la medida en que fue dejándose aprehender por un mayor y más variado número de personas, también fue modificando y condicionando una serie de conductos que al mezclarse con otras actividades, nos llevan al segundo de los temas que nos ocupan esta semana.
   Tenemos un poco menos de 100 años de ver televisión y a nadie escapa como es que pasó de ser la caja idiota, a uno de los instrumentos imprescindibles en la vida cotidiana de hoy día. A su lado hay 115 años de ver cine, y en la actualidad, en una serie de versiones y posibilidades que lo único que indican es que seguirán expandiéndose. Ambos eventos, la TV y el cine, y mejor aún, las imágenes en movimiento están llamadas a jugar un papel cada vez más importante en la vida social del presente y del futuro inmediato. Agreguemos que esos 115 años de estar observando cine y TV nos han familiarizado con este tipo de imágenes y su narrativa; formalmente no hay ningún secreto en ellas para un número cada vez mayor de personas, vamos, ni las espectaculares imágenes en 3D, de Avatar, lograron arrancar un suspiro más allá del ¡Ah! Inicial.
     Por todo lo anterior, enfrentarnos a los cinco videos que nos presenta el MARCO no es tan complicado como pudiera parecer en un principio. Una pieza como la de Carlos Amorales, Manimal (2005) se lee, formalmente, con toda facilidad. La de Doug Aitken, I’m in You (2000), nos remite a las imágenes de Poltergeist (1982) de Spielberg y los trompos de Miguel Ángel Ríos (Return, 2003-2004) nos recuerdan muchos y muy atractivos ejercicios similares.
   Tan es así, que para mi sorpresa, fue de lo más agradable encontrarme con un buen número de espectadores en la exposición. Hace unos años, el sonido de los grillos me hubiera acompañado, ahora, familias completas veían y comentaban cada uno de los videos, sin que les causara mayor incomodidad o sorpresa estar en un museo viendo estos trabajos.
   Aunque bastante bien resuelto el montaje de estos cinco videos, sigo pensando que la producción de arte contemporáneo, en donde se incluyen los videos o las video instalaciones como la ahora expuesta de Diana Thater Continuos Contiguos (2004-2005), es un gran reto para los museos que se construyeron en el siglo pasado, pensando en que su función era prestar paredes para colgar cuadros.
   Como sea, la exhibición de estos trabajos, refuerza, precisamente, ese conocimiento y conductas que desde hace tiempo van formando parte del espectador de arte de este siglo.
Publicado originalmente por Milenio Diario



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