El programa al que me voy a referir no es novedad, creo que debe tener cosa de 20 días o más, sin embargo no ha sido sino hasta este fin de semana que me llamaron la atención sobre él. Se trata de Plaza Fátima en movimiento, un intento por mantener activa la imagen de lo que fue el centro cultural Plaza Fátima, al que se le están construyendo nuevas y mejores instalaciones (esperemos que en verdad sea así y no termine como la ampliación que le hicieron al museo El Centenario. La antigua Plaza Fátima, era, por lo que hace a las artes visuales, uno de los mejores espacios que había en la ciudad, aunque es verdad que a últimas fechas había venido perdiendo presencia por falta de presupuesto; así que ojalá con instalaciones nuevas vengan también mejores presupuestos a fin que se de un renacimiento del espacio).
El programa que menciono, consiste en colocar a lo largo del camellón de Calzada del Valle, entre las calles Río Bravo y Río Suchiate, una serie de mamparas (10) en las cuales se han pegado reproducciones de dos series de piezas, 10 que pertenecen a la colección del propio Municipio, y las restantes a algo que llaman “Nuevas propuestas”. Así pues, con esta acción, no sólo se mantiene vivo, como hemos dicho, el espíritu de Plaza Fátima, sino que se comparte con los paseantes parte de la colección que a lo largo del tiempo ha venido juntando el Municipio.
Hasta aquí todo va bien, llevar ejemplos de lo que es una colección de pinturas a los espacios en que se encuentra la gente es una manera de promover su aprecio y reconocimiento; como el mismo hecho de hacerlo es una manera de seguir cumpliendo con las actividades de Plaza Fátima, pero ahora exponiendo en otro lugar. En este sentido ya me había pronunciado hace tiempo cuando presentaron en la llamada Ola (cruce Calzada San Pedro con Vasconcelos) un conjunto de fotografías de moda. Toda empresa que tenga como objetivo salir de los circuitos tradicionales en que se presenta el “arte” debería ser siempre promovida y apoyada.
Ahora bien, ya que se llevó a cabo la experiencia hay que analizarla a fin de ver qué es lo que de ella se puede aprender y mejorar a futuro. Trataré primero el conjunto llamado de las “nuevas propuestas”. Creo que es muy arriesgado hablar en estos términos de los trabajos y autores que se exhiben aquí, pues se trata de pintura-pintura y de escultura-escultura (en el caso de Mauricio Cortés) así que no veo en qué o en dónde este la nueva propuesta (ni qué decir de sus contenidos), y ellos, los autores, pues nuevos nuevos no lo son, por ejemplo ¿quién no ha escuchado los nombre del propio Cortés, de Reynaldo Díaz Zesati, Roberto Arcaute, Salvador Díaz, o Ivette Olivares?
Las 10 reproducciones restantes, son un ejemplo de la llamada Colección de Arte de San Pedro. Para este caso se seleccionaron obras de Guillermo Ceniceros, Fernando Fuentes, Enrique Canales, etc. Esta es la sección que me parece más interesante pues pone en evidencia un hecho que por lo general pasa desapercibido. Instituciones como lo son los Municipios, por una u otra razón, por uno u otro medio, se van haciendo de obra, mismas que, eventualmente, pueden formar una colección más o menos valiosa. Si esta tarea se llevara a cabo a través de un proyecto profesional de adquisición de obra, seleccionada por criterios diferentes a los gustos del alcalde en turo o la directora del DIF local, siguiendo un listado de especificaciones, etc., estoy seguro que a la larga tendríamos mejores colecciones, y no hablo únicamente del caso de los Municipios ricos, sino que también entre los rurales se pueden formar interesantes colecciones de arte popular o artesanías, sólo es cosa de entender que coleccionar es cosa seria y que no puede dejarse al azar o a los vaivenes de los gustos personales, a fin de cuentas, esas obras son parte del patrimonio del Municipio, es decir del de todos sus habitantes.
Publicado originalmente por Milenio Diario
Ver también: www.artes2010.wordpress.com
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