domingo, 2 de mayo de 2010

Conclusión


Las dos últimas semanas hemos hecho una serie de apuntes respecto a dos temas y su interrelación, por una parte hemos nos hemos referido a la fotografía de aficionados como una práctica si no opuesta, si bastante diferenciada, de la llamada "profesional", sus características, motivaciones, intenciones, etc. Y, por otra, señalamos la manera en que esta práctica se ha visto profundamente alterada por el desarrollo tecnológico de las cámaras digitales que prácticamente se encuentran en cualquier lado y de acceso casi universal; esta alteración va a compañada del crecimiento exponencial de la Red la cual se ha convertido en el nuevo medio de circulación, difusión y promoción de los millones de imágenes que, literalmente cualquiera, puede poner en las páginas y espacios creados con ese fin. Así pues, la generación de imágenes, aún en los profesionales, pero sobretodo en manos de los aficionados ha dejado de ser simplemente el medio más popular que hay, para convertirse en cosa de todos los días, elemento indispensable en cualquier relación, una más de las actividades que desarrollo día a dia.
La fotografía, por tanto, es y seguirá siendo el medio más generalizado que hay para la creación de imágenes, de seguir las tendencias actuales, no habrá persona en este mundo que no tenga el implemento necesario para hacerlas y llevarlas hasta la Red, por tanto habrá un incremento ya en nuestra de por si contaminada iconósfera, como en la dependencia de la cultura contemporánea de la imagen. De ahí que sea verdaderamente urgente el enseñar a la gente a discriminar entre imágenes y saber leer los mensajes que ellas nos mandan, creo que únicamente de esta manera podría tener sentido una cultura de la imagen.
(Imagen: Río de Janeiro. Tomada de www.damisela.com)


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