Desde mi perspectiva no hay nada más moderno que la pintura del Rococó francés. Fue este grupo de productores quienes revelaron de manera explícita, descarada incluso, la ficcionalidad de la pintura, y no sólo lo pusieron al descubierto sino que esa capacidad de crear realidades que no existen (por más que lo parecieran) la entregaron al servicio del placer. Por estas razones, esta semana la dedicaremos a recorrer los deliciosos paisajes del XVIII, buscando disfrutar con su presentación pero también entender porqué la pintura después del Rococó, no podía volver a ser esa seria y docta materia con que le quiso ver y entender. Empecemos pues, por deleitarnos con la escena de este grupo de jóvenes jugando a la Gallina Ciega, creado por Jean Honoré Fragonard (1732-1806), es como un sueño del que nadie quisiera despertar.
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