La última imagen de dolor que veremos en esta serie de entregas es este Monumento, (1988) del productor francés Christian Boltanski; su obra, como se sabe, es un constante ir y venir, una permanente exploración, un llamado a la memoria y más que a la memoría, a los recuerdos, a la formación de los recuerdos, a las cosas que rememoramos, a las cosas, personas, situaciones que nos hacen recordar y las formas, las maneras en que lo hacemos. La perdida de la memoria, por enfermedad, accidente o por la acción social deviene en otra clase de dolor y en un esfuerzo por superarlo no para evitar el sentimiento sino porque es más importante mantener vivo el recuerdo; olvidar es una forma de dejar morir, es una cancelación antes de tiempo, es no haber hecho justicia, de ahí que el olvido sea también doloroso, lo mismo para las personas que para las comunidades.
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