domingo, 19 de febrero de 2012

Mexicanismos V


Creo es posible se critique el ejemplo que ayer subimos acerca de otras tantas obras que bien podrían pasar por diferentes "mexicanismos", objetable, sí por el momento en que Weston trabajó esas imágenes, por las amistades que tuvo, por el ambiente en que se desenvolvió, por lo que conoció de nuestro país, incluso, si gustamos, hasta por quedar bien con sus nuevas amistades o lograr una noche de amor más con su compañera fotógrafa. Vayamos entonces al otro extremo y pensamos en la extraordinaria obra de Tatiana Parcero, en particular en su serie Cartografías del 2004. No hay duda acerca de lo que se ve, el cuerpo de la artista cubierto por las imágenes de remotos códices, ecos de un mundo, el nuestro, el prehispánico, que estaba, penosa, dolorosa, violentamente, recibiendo su otra mitad, la europea, la castellana. ¿Es, luego entonces, la obra de Parcero Neomexicanista? Sí y no, sí porque es obvio que su trabajo es una profunda reflexión acerca de su vinculación con el ayer, con la historia remota, es una búsqueda de su identidad, como mujer y como mexicana, es el negativo de la Malinche diría yo. Pero ¿por qué etiquetarla como Neomexicanista? ¿No será que desde que nos bajamos del árbol no hemos dejado de preguntarnos quiénes somos: quiénes somos como hombres, como mujeres, como amantes, como mexicanos, como australianos, como bosquimanos, como profesionistas, como hijos, como hermanos, como compañeros, como ciudadanos, como trabajadores, como consumidores, como deportistas, y un largo, largo, largo e interminable, etc.?

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