miércoles, 21 de marzo de 2012

Mi imagen I


La seducción por el reflejo de uno mismo es tan antigua, me parece, como el hombre mismo y es la responsable de una de las formaciones de la personalidad más complejas que hay y que el padre Freud supo bautizar acertadamente con el nombre de Narciso. Hoy día, entre los más jóvenes, los cibernautas permanentes, la auto-pix es un juego, una diversión, una manera de banalizar la propia imagen, de desprenderse de todo lo que no quieren ser. En este extraordinario autorretrato de Man Ray de 1947 podemos encontrar una de las preguntas más importantes de este momento ¿qué es lo que reconocemos cuando vemos una imagen, un retrato? la pregunta no es banal si consideramos que cada día más nuestro retrato se encuentra, a todas horas y en todo lugar, viajando por los difefrentes sistemas de seguridad y vigilancia que pueblan ya nuestras ciudades, oficinas y hogares. "Man Ray por cuatro" podría llamarse esta imagen y siempre seguiría siendo la misma persona, ¿es o no un autorretrato?

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