En sociedades como en las que vivimos, hay dos cosas que de seguro nos seducen, el tiempo libre y el sol. El primero se traduce en días sin trabajo o vacaciones, el segundo, el sol, generalmente, en playa o la idea que tenemos de las playas que no forzosamente coinciden con la realidad. En países como el nuestro la asociación de ambas ideas da como resultado que vacaciones o días feriados seguidos, aka los famosos “puentes”, se conviertan en verdaderos imanes para el grueso de la población. Lo interesante del caso es que no se trata de un fenómeno nuevo, veamos esta imagen de Andreas Feininger de 1949 y la atestada playa de Coney Island, N.Y. que nada tiene que envidiar a cualquiera de nuestras playas acapulqueñas en días como estos. Entiendo que las playas y su idealización sean una bendición para países que sufren inviernos severos, por lo que dejar que la piel se cargue de melanina por unos días puede ser hasta beneficioso, pero ¿en países como México? Como ningún otro periodo o excusa en el año, esta temporada navideña, colma, satura, nuestras playas y a pesar de ello siguen siendo irresistibles.
(Imagen: www.van-ham.com)
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