Quizás muchos de nosotros no estemos muy conscientes de todo con lo que compartimos este mundo en el que habitamos, no sólo es el mundo natural que ocupa una parte importante de nuestro diario hacer, sino también el de los objetos que hemos construido y que ahora ahí están ocupando un espacio y reclamando nuestra atención. No es sino hasta que podemos verlos como nos lo muestran las imágenes de Richard Keagan, que empezamos a cobrar consciencia de su existencia, reconocer sus formas, admirar las fuerzas e inteligencia que les dieron forma, función, uso; es entonces que reconocemos y aceptamos el espacio que ocupan, respetamos su presencia y nos embelesa su perfil, el ingenio de su operación. El paso del tiempo, como a los hombres, les confiere dignidad y les otorga autoridad, por su intermedio conocemos el pasado y nos aseguramos de dónde venimos. Nuestro mundo no sería el mismo si no lo compartiéramos también con todos estos objetos.
(Imagen:www.junebaterman.com)
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