lunes, 20 de diciembre de 2010

Qué siga la fiesta

Inicia la penúltima semana del año, la que culminará en esta ocasión con el festejo de la Navidad. Estamos en plena temporada de Posadas, aquella tradición que en nuestro país fue puesta en marcha con el fin de evangelizar a la población nativa recién conquistada. Independientemente de que tan lejos nos quedan ahora los cánticos, la procesión cargando a los peregrinos y llevando velitas en la mano, los rezos, la piñata, el atole y los tamales, estas noches que nos separan de la Noche Buena y la Navidad, sirven para que la gente se reuna, se vuelva a sentir solidaria con los que estima, con sus seres queridos, se intercambien presentes y, principalmente, expresen sus mejores deseos para los días que están por venir. Noches de fiesta, de lucir las galas de diseño, noches para dejarse ver y ver a los demás. La moda juega sus mejores cartas y crea identidades, favorece acercamientos, despierta pasiones y provoca envidias. Si en algún momento tuvo sentido prepararse para la fiesta lo fue en estas reuniones, después de todo, una noche al año vale la pena hacer el esfuerzo.
(Imagen: Geleria Kuzey3D.  www.flickr.com)

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