Selva. 1986
Esta modalidad de la pintura naturalista, la icónica, es la que posiblemente nos vuelva hacer pensar en la pintura como un medio de conocimiento y por lo tanto salvar así una práctica que cada vez se ve más arrinconada por el mercado que lo mismo demanda novedad que todo lo que pueda ser dispuesto para el arreglo de interiores o decoración, lo cual no es malo por supuesto pero sí limitante para un medio de tanta tradción. Pintores como Armando Morales y los otros que henos presentado en estas entregas hacen de su oficio el instrumento por medio del cual exploran todo aquello que nuestro sentido de la vista capta tanto más allá de nuestro cuerpo como a su interior (los sueños, las sensaciones, etc.),ofreciéndonos "interpretaciones", "traducciones", "versiones" icónicas de aquello que todos los demás hemos visto, sentido o imaginado. Nada más revelador del estado natural del hombre que las selvas de Morales, todas ellas nos ofrecen la posibilidad de volver a ver el mundo como Adán debió verlo la primera vez que abrió los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario