miércoles, 14 de abril de 2010

De regreso a Cartier-Bresson


Dos datos que me parecen importantes para acercarnos a la obra de este fotógrafo, son, por una parte su relativa renuncia a la fotografía a la edad de 62 años (1970) para dedicarse al dibujo, y, por otra que complementa a la anterior, es que su primera formación fue dentro de la pintura, incluso estudió bajo la tutela de Andre Lothe (1885-1962), lo que nos indica lo serio de su vocación e intención de convertirse en productor. Ambos datos nos permiten tener presente que las referencias visuales bajo las cuales se formó Cartier Bresson son las que tomó de la pintura, esto es, su composición la aprendió, primero, de la pintura. Igualmente, ahora podemos entender que su insistencia en el "momento decisivo" no es otra cosa que la superación, por medio de la cámara, por medios mecánicos, de las limitantes o alcances naturales del ojo; su renuncia a la fotografía podría ser tomada como un retorno a los orígenes y probar de nuevo esos límites para ver, después del entrenamiento con lo mecánico, a dónde lo podrían llevar. Ambos aspectos, no obstante, se transformaron en imágenes fotógraficas, es decir en imágenes que únicamete a través de la operación de la cámara podrían haber sido generadas. Un ejemplo de esto último es la imagen que vemos, Zurich, de 1966, todo en ella es por entero fotográfico pero el tema no deja de ser una evocación a la pintura, en particular al Memento Mori.

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