domingo, 25 de julio de 2010

Alma, energía, aura...

Entre "las otras imágenes" que forman parte de nuestra hiperdensa iconósfera, se encuentran las que pertenecen o son producto del llamado efecto Kirilian, Corona, o Fosfenismo. Este fenómenos fue descubierto por casualidad por el matrimonio formado por Seymon Davidovich y Valentina Kirilian en 1939. Al realizar investigaciones con campos electromagnéticos de alto voltaje, en un hospital en Almá-Atá, en el Kasajistán actual, Seymon recibió accidentalmente una descarga en una de sus manos notando que por unos segundos alderredor de esta aparecía una luminisencia o halo luminoso. El efecto fue suficiente para que sus trabajos tomaran una nueva dirección y a aprtir de entonces se ha seguido desarrollando tanto la tecnología para captar estas imágenes como para su aplicación e interpretación. En resumen se puede decir que el efecto Kirilian no es otra cosa que la posibilidad de fotografiar cuerpos sometidos a intensos campos electromagnéticos de muy alta frecuencia. El resultado, la impresión del aura o corona, que lo mismo rodea cuerpos vivos que objetos inanimados, puede ser interpretado de muy diversas maneras, desde el alma, el estado de ánimo de la persona, su salud o simplemente la respuesta de la piel al vehicular energía eléctrica. Como quiera, para muchos, estas imágenes vendrían a comprobar la existencia de otros fenómenos que no son visibles a simple vista o por medio del espectro de luz blanca y que al ser captados bajo otras condiciones, nos revelan la presencia de dimensiones o imágenes desconocidas hasta ese momento.

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