Shoubeegi. 1978
Uno de esos extraños casos que tiene la difusión del arte es el de Frank Stella (1936). En su momento fue uno de los más importantes representantes del Minimalismo norteamericano al lado de productores como Sol Lewitt (1928), pero fuera de los Estados Unidos no es ni muy conocido ni muy apreciado, en cambio en su país es una figura clave en toda colección de arte contemporáneo que se considere medianamente importante.
A Stella le tengo un especial aprecio, no sólo porque creo es valiosa su obra sino porque gracias a él me fue evidente que existe una especie de "espíritu de la época" (Zeitgeist) que norma todas las actividades de una sociedad: religión, ciencia, política, educación y por supuesto la producción artística. Creo que es más correcto hablar del "espíriti de la época" que decir simplemente que el arte es producto de la sociedad tal y como generalmente se enseña.
Estando frente a una gran pieza de Stella, si mal no recuerdo de la serie dedicada a Moby Dick, muy parecida a la que aquí se muestra, tratando de descifrarla, entró a la sala en que nos encontrábamos, una bellísima mujer, vestida formalmente de color obscuro, con todos los accesorios en el lugar en que deben ir, con la gracia y garbo que sólo una parisina puede tener, la perfecta imagen de una joven y elegante mujer cotemporánea. Cuál no sería mi sorpresa cuando al acercarse a ver la pieza con la que yo me encontraba batallando, vi que la chica llevaba en su negra cabellera un llamativo mechón color rosa mexicano fosforescente, exactamente igual a los empleados por Stella en su obra. Si esto no es un ejemplo del Zeitgeist no sé de dónde más podrían provenir el arte, la moda y todo lo demás.
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