viernes, 2 de julio de 2010

En México

Dedicaremos las tres últimas entregas de esta semana a presentar, dentro de este incompleto y parcial recorrido histórico por las relaciones entre arquitectura y fotografía, a lo que se ha hecho en nuestro país. Iniciamos con el trabajo de un gran fotógrafo pero que hasta hace muy poco ha empezado a ser valorado ya que por décadas estuvo opacado por la fama de su hija. Nos referimos, por supuesto a Guillermo Kahlo (1871-1941) quien cumplió con importantes misiones fotográficas, la mayoría de ellas involucraron la fotografía de nuestra arquitectura prehispánica y virreinal preferentemente. En la imagen de a lado vemos la cúpula de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, fotografiada entre 1904 y 1908 por encargo del ministro José Yves Limantour como parte de un minucioso inventario del patrimonio nacional. Son varios los aspectos que hacen interesante esta imagen, por una parte nos permiten conocer los murales que decoraban el interior de la cúpula obra del maestro Rafael Jimeno y Planes concluidos casi al iniciar la gesta independentista y que por desgracia se perdieron en el devorador incendio de 1967. Pero también llama la atención lo arriesgado de la toma, el equilibrio y sobrediedad de la misma y que mantiene, contrario por ejemplo a lo que vimos con Stieglitz, el compromiso entre la fotografía y la arquitectura; esto es, la imagen es estrictamente fotográfica (no podría haber sido obtenida de otra manera) pero respeta integramente la personalidad y las formas arquitectónicas. Un trabajo, como los demás que realizó, que puede catalogarse como clásico dentro de estas relaciones entre la fotografía y la arquitectura.
(Imagen tomada de: www.skyscrapercity.com)

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