Hasta ahora he venido tratando semanalmente temas monográficos principalmente sobre fotografía, y para hacerlo he procurado seguir el orden natural de las semanas, es decir, concluir un tema el domingo e iniciar al día siguiente con uno nuevo. Los martes aunque procuro tratar temas relacionados con la fotgrafía o la cultura contemporánea no siempre coinciden con el ya seleccionado e iniciado un dia antes, lo que crea un "brinco" o "hueco" entre lunes y miércoles. Por tanto he decidido modificar el procedimiento, cambiaré de tema los miércoles para concluirlos el lunes, de tal suerte que el martes sea una especie de remanso o puente entre dos temas. Así pues, esa será nuestra secuencia a partir de la siguiente semana; el tema que hoy iniciamos concluye el lunes que entra y el nuevo iniciará al siguiente miércoles. Gracias por su comprensión.
Esta semana nos acercaremos a las "otras imágenes" fotográficas que también forman parte de nuestra iconosfera y que día a día nos van siendo mucho más familiares que en el pasado, de suerte tal que parece ya a nadie sorprenden. Me refiero a las imágenes fotográficas que se obtienen a través de captar, imprimir, registrar, ondas que escapan al espectro de la luz visible. Tal es el caso de los llamados Rayos X, descubiertos en noviembre de 1895 por el físico alemán Wilhelm Conrad Rötgen (1845-1923). Aquí, una de las primeras radiografías publicada por el propio Rötgen en 1896. Como es de suponerse el descubrimiento y posterior aplicación de estos Rayos a la medicina y muchas otras actividades (ingeniería, biología, seguridad, etc.), representó un avance más que significativo en cada uno de esos campos, pero tambien en el desarrollo de nuestra cultura visual, la cual rápidamente incorporó estas imágenes a su bagage cotidiano y popular.
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