lunes, 27 de septiembre de 2010

Así fue, así es México (entrega No.24)


Ayer mismo hablábamos del crecimiento de las ciudades en México como un fenómeno característico de lo acontecido los últimos 200 años; no obstante este no ha sido privativo de nuestro país y aún en las metropolis centrales se ha manifestado esta explosiva expansión de las áreas habitacionales (proceso llamado conurbación, forma eufemística para decir que un núcleo urbano va devorando las áreas suburbanas o rurales vecinas). En estos países la expansión se debe, casi por igual, a una mayor concentración de las poblaciones nativas, como por las oleadas de inmigrantes que llegan hasta ellas en busca de mejores oportunidades de vida. El proceso de inmigración hacia las áreas metropolitanas ha generado, a su vez, que importantes áreas o amplios terrenos se vayan "nacionalizando", esto es, que vayan apareciendo zonas o barrios chinos, vietnamitas, cubanos, mexicanos, etc. Es el caso de la ciudad de Los Angeles cuyo perfil vemos aquí en una muy buena fotografía de Eriberto Oriol. La masiva presencia de mexicanos radicados en zonas expansivas de esta ciudad norteamericana, pone en jaque, por supuesto, al concepto de nación como un espacio geográfico común para todos sus miembros, pero quizás lo más interesante es la aparición de prácticas de creatividad que se nutren de aportaciones diversas, pero que son independientes, autónomas de todas ellas. Estas prácticas y los productos, conductas e identidades que nacen de ellas, son con toda probabilidad el mejor ejemplo contemporáneo de lo que en los Estados Unidos un día, hace años, fue bautizado como el Melting Pot; o sea, esta es una excelente oportunidad para estudiar de cerca un proceso que quizás en los próximos 200 años se vaya a convertir en la norma de vida, no de México sino del mundo entero.

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