sábado, 2 de octubre de 2010

Asì fue, así es México (entrega No.28)



Hoy hace 42 años se escribió una de las páginas más negras en la historia del México moderno, del México del Bicentenario. Así como ayer festejábamos las imágenes del festival del rock de Avandaro y la posibilidad de decidir de nuestros jóvenes que representan, este día hay me traer a la memoria esta Plaza de las Tres Culturas que sigue siendo testigo de los acontecimientos más tristes de nuestro país, pues a los sucesos de 1968, hay que sumarle los no menos trágicos de los terremotos de 1985. Es verdad que por muchas razones el 2 de octubre no debe ser jamás olvidado, pero también puede ser cierto que después de cuatro décadas quizás sea el momento en que sin perder su lugar en la historia moderna del país, pensemos, nos relacionemos, empleemos su recuerdo, su evocación, de otra manera; entendamos que la situación hoy día es otra y que los retos del futuro debieran ser nuestra principal preocupación, en lugar de la atención a los hechos pasados por más dolorosos que estos continúen siendo. Nuestra relación con el pasado en estos 200 años, ha sido siempre conflictiva, parecemos un Sísifo condenado eternamente pues cada paso que damos hacia adelante, el lastre en que convertimos al pasado nos lo arrebata. Una buena lección, por lo tanto, sería el ver el pasado como eso e imaginar qué vamos hacer mañana.

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