martes, 5 de octubre de 2010

Reencuentro


Hay ocasiones en que no es difícil darse cuenta qué clase de productor es al que uno está a punto de conocer. Con detenerse en la primera obra que te sale al paso, basta y sobra para adivinar lo que sigue. Esto es lo que me sucedió con Paula Rego (1935) al visitar su exposición inaugurada en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, MARCO, el pasado viernes 1 de octubre. Mirar con atención Pintura del natural (1954) es más que suficiente para saber que se está ante el trabajo de quien sabe qué significa pintar, pero que a esta acción le imprime su personalidad, su versión propia de lo que significa representar el mundo visible a través de la pintura. Y sin embargo, a pesar de la calidad de esta pieza, difícilmente ella sola logra anunciar la extraordinaria producción que sigue.
Las referencias que tenía de Paula Rego son más bien lejanas, escasas y si llegué a ver alguna de sus obras, no creo haberle prestado mayor atención, por lo que de pronto tener la oportunidad de observarla con cuidado e ir descubriendo su trabajo, resultó un verdadero placer. Debo confesar que desde hace años me siento decepcionado por la pintura, me parece un medio agotado y limitado para expresar un mundo tan complejo como lo es el nuestro, de ahí que mi interés haya derivado hacia la fotografía. No obstante, conocer la obra de Paula Rego ha significado para mí un auténtico reencuentro con la pintura. Mi opinión acerca del medio no ha cambiado pero sí me da un enorme gusto apreciar el trabajo de un productor con el talento de esta mujer; emociona, en verdad, estar frente a alguien que sabe cómo explotar las posibilidades que tiene el arte para representar.
La promoción que se ha hecho sobre Rego y su exposición, se basa en que es su primer retrospectiva en América, al igual que en la capacidad narrativa que desarrolla en sus trabajos, resaltando su estrecha relación con la literatura y el cine por ejemplo, pero también en temas tan polémicos como la penalización del aborto en su natal Portugal o la mutilación genital de las mujeres que por desgracia es una práctica más común de lo que se sabe. La manera en que aborda estos temas, no sólo es realista, o más bien, no es su realismo lo que sorprende sino la fuerza, la “desnudez”, la forma discursiva en que los aborda y el ambiente con que los rodea.
Estos y otros temas deben su capacidad comunicativa a las técnicas y recursos formales con que los concibe Rego, y en este sentido me gustaría resaltar algunos aspectos que creo van íntimamente ligados a su contenido. Por supuesto la importancia que tiene el dibujo en toda su obra, un dibujo autosuficiente, autorreferencial, con una personalidad que, sin duda, debe ser la de la propia Rego. Si el dibujo es la base y el gusto de lo que hace, es lógico que haya buscado los medios que mejor combinan o que mejor hermanan con la línea, de ahí primero el uso del acrílico y posteriormente del pastel, y más recientemente del conté. Con estos antecedentes no es sorpresa su incursión en la obra gráfica, y menos aún en la litografía, hay que ver la firmeza y capacidad sintética que en ellas despliega para apreciar su calidad.
Si dibujo y derivados, pastel y gráfica son algunas de sus constantes, hay que mencionar a la principal de ellas, el papel, no exagero si digo que el 85 o 90% de lo presentado está realizado sobre esta superficie. Ojalá a partir de esta muestra empezáramos a revalorar seriamente la obra sobre papel, así como las piezas que se deben a los medios para estampar u obras seriadas. Esta es una de las facetas más interesantes en el trabajo de Paula Rego (otra, por ejemplo, serían las dimensiones), pues lejos de cualquier protagonismo o de figurar en el mainstream, se ha concentrado en producir una obra original, poderosa, directa e inquietante pero con base a los materiales y técnicas menos glamorosos que hay, grabados, dibujos, pasteles, y aún así, o quizás por eso mismo, su obra no puede hacer menos que sorprender.
A la lista de exposiciones sobresalientes que ha presentado recientemente MARCO, Anthony Gormley, Annette Messager, Foster+Partners, ahora habrá que sumarle esta de Paula Rego, esperando que con ellas esté fijando el nivel de exhibición que desea sostener.
Publicado originalmente por Milenio Diario.

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